La mujer del Espejo

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La pelea que tube recientemente fue con la mujer del espejo.
La mire tan distinta.

Ella no era la misma, algo le ocurría.
¿Pero que podría dejarla en semejante estado de Ánimo?

Ella me dijo que se trataba de una despiadada guerra protagonizada por El corazón y El cerebro, ambos combatían sus diferencias, El amor desató esta problemática.

Pues ella no quería Atarse, no quería responsabilizarse de una relación y era confuso, demasiado.

Quería atención y compresión de un caballero, ya que la soledad era traicionera y casi siempre terminaban disgustadas por sus conflictos.

La soledad le gritaba en sus sueños "Vete y deja de buscar consuelo en mi, déjame en paz". Comenzaba a recorrer amargura en sus venas.

Conoció a un magnífico Hombre, lograba entenderla, pero...
Seguía extrañando a "la soledad bendita" que le ofrecía tranquilidad y aventuras. ¡Era irresistible!

El cerebro y el corazón llegaron a un acuerdo: Hacer una tregua con el Amor, dejar de buscarlo, divorciarse de la soledad y vivir el presente como es y no como se desea.

Algunos dirán que se merece el infierno por arañar el alma de aquel caballero, y probablemente haya razón en eso. Pero, La condena ya la cargaba desde que Dios la hizo Mujer, le otrorgo dos Armas letales que la hacian peligrosa, pues poseia "Belleza e Inteligencia" y era inevitable no cometer pecados de vez en cuando.

Se firmó la paz entre las emociones desoladas y con aquel hombre.
Ella vive en libertad, siendo esposa de la soltería y Amante de la soledad.
Prefiere quemarse los labios con tazas de Café que con besos que no le corresponden, no ahora.

Desde luego seguí hablando con aquella mujer del espejo, dijo que empacaria sus sentimientos y seguiría viajando por la vida, superandose para alejarse del fracaso y las malas compañías.

Prometió ser valiente ante su realidad y nunca juraba en vano.

Se arregló como toda una Diosa, se perfumo de confianza, se puso tacones para estar a la altura de su alma y adorno su rostro con una deslumbrante sonrisa.

Ella volvió a ser feliz desde que puso en orden sus sentimientos de acuerdo a la razón.

"Esa mujer soy yo,
Y fui mi propia psicóloga."

Deje de ver el reflejo de una fracasada en depresion cuando cambie mi forma de pensar, porque está comprobado que la razón vence casi siempre al corazón cuando estamos envueltos de confusión.

Despues de aquella charla, No volví a saber de la mujer del espejo, de la cual me sentí avergonzada.
-K

"Desde el pensamiento de una Dama"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora