Soy adicta a las personas que me hacen reír.
¡Una enferma sin remedio!
Perdidamente fascinada por las personas que cambian mi humor,
Tan poderosa es la gracia que puede convertir una amistad en amor.Creo que es la mejor manera de ganarse el cariño de una mujer, haciéndola reír.
Que las lágrimas que recorran sus mejillas sean de alegría.
No estoy exigiendo un payaso o un comediante, sólo un hombre que pueda ver el lado divertido de la vida.
Soy demasiado justa,
Pago muy bien por los buenos ratos,
Con confianza, atención y lealtad.Y es que dicen que las adicciones son malas, Pero por Dios, todos amamos la compañía de quien nos hace sentir bien con nosotros mismos.
-K