Una noche, aproximadamente en la hora que somos nosotros mismos
Imaginé las imposibilidades posibles de la vida.
Esa hora donde me quedo mirando el techo sin poder dormir.
Esa hora que se prolonga y el reloj marca otras.
Viendo la oscuridad de colores vivos,
Perfectos para pintar esperanzas,
Mientras que la gente común la ve del color de costumbre.
Bueno, En esa hora no tan exacta...
Te imaginé.
Siendo infiel a mi soledad,
Recostada con ella y pensando en ti,
Durmiendo cada noche con ella pero soñando contigo.
Dueño de mis suspiros,
Te quiero en mis poesías.
Estaras atrapado en mis hojas
Que llevaré guardadas en el bolso o en el alma, en donde quiera que sean eternas.
Seras infinito en mis obras,
Miles te leeran
Y nadie sabrá que eres tú,
El hombre que hizo poetisa
A esta mujer,
Seré responsable del arte que me provocaste crear.
Te quiero...
En mi futuro,
¡Mentira!
Te quiero desde antes
de inventarse el Amor,
Y desde luego, ahora.
Te quiero en todos los tiempos y en las vidas que sean posibles.
Lo tengo preparado todo,
Uno de mis triunfos es dejar de imaginarte,
y comenzar a enamorarte.
-K
