Bokuto, no rompas más flores [Bokuaka]

Capítulo 16

 Hacía un frío seco de cagarse; uno de esos días favoritos por parte de Akaashi, aseguraría Bokuto. Aunque no esperaba verlo risueño con aquella jornada de porquería que habían tenido.

 De vez en cuando Kenma miraba a su costado, observaba como los ojos fija de Bo se perdían en la niebla de los suburbios de Tokio mientras el tren rodaba desesperadamente hacia la parada más cercana a la casa de sus papás, como había rogado el mayor apenas llegar a la casa.

 Usualmente no le habría dado mucha importancia, pero justo en ese momento no se vio con más opción. Ya que, a pesar de los choques que tuviera con el mejor amigo de su pareja, ellos dos también eran amigos y al encontrárselo así, no pudo más que acotar el pedido. Incluso le dio miedo, con esa mirada temblorosa y manos tiesas en el aire por parte de alguien quien parecía hecho del cascarón externo de una estrella de neutrones.

 Eran amigos, por eso mismo no podía dejarlo solo en la casa mientras traía el cuerpo a pedazos.

 "Estoy acompañando a Kotaro a la casa de sus papás y me llevé la llave. En vez de ir a casa, ven a la de los Bokuto." Kenma [17:36]

 No esperó a una respuesta, solo guardó el celular en el bolsillo de su campera roja invernal y dirigió, nuevamente, su mirada a Bokuto. Quería apoyarlo de alguna forma, pero apenas imaginarse el hecho de abrazarlo, sentía como si el mayor se fuera a deshacer en sus manos. No estaba para nada seguro de como ayudarle. Pero por el momento podía ofrecer su mera compañía, junto con el paisaje de la ciudad en plena tarde sin sol y con muchas nubes avecinando una tempestad, de edificios grises y anuncios vacíos, todo según los ojos de la situación se tornaba melancólico, incluso Kenma sin saber aún qué había ocurrido.

 "¿Todo bien? Recién salgo de clases" Gato idiota [18:02]

 Bajando en la estación, Kozume contestó:

 "Bo llegó raro a casa y me pidió venir a lo de sus papás, ni idea qué pasa. Digo que vengas porque así lo apoyas con ellos." Kenma [18:03]

 "Voy para allá cuando salga el próximo tren." Gato idiota [18:03]

 "No tengas miedo a estar con él, no lo vas a romper" Gato idiota [18:04]

 "No sé, hace tiempo no lo veía así", pensó Kenma, sin mandar.

 Hacía mucho tiempo no entraba a la casa de Kotaro e igualmente, al momento de abrir la puerta frontal en ese nublado y frío día invernal, pudo ver más allá de las afueras; justo dentro de la comodidad calurosa familiar.

—¡Bo!

—Hola, ma.

 La señora de cabellos negruzcos se abalanzó en un salto para alcanzar el cuello de Bokuto y así abrazarlo. Aún no notaba su presencia y Kenma comenzaba a cuestionarse si la mujer le reconocería luego de tanto tiempo, o si debería presentarse nuevamente. ¿Qué tal si debía conocer a la familia entera otra vez? Ya comenzaba a sentir la acidez de la ansiedad subiendo por su garganta.

—Kenma —habló la mujer, mirándolo—. Cuánto has crecido.

 Le sonrió como el muchacho a su costado, pero a diferencia de unas cuantas arrugas de expresión extra.

 Su madre le había pedido fijarse en cuándo estaría más o menos la torta puesta en el horno, así que por ahí andaba él: En cuclillas frente al aparato doméstico, admirando como la masa se inflaba con el paso del tiempo y la luz cálida le alumbraba todo su espacio.