Akaashi miró al muchacho de cabellos rubios teñidos y no supo muy bien qué contestar, teniendo en cuenta la impresión que llevaba encima sumándole la increíble cantidad de información procesada. Juraba fallecer en cualquier momento. Caerse de culo al piso y quedarse así por el resto del día.
—¿Hablas en serio? —cuestionó, girando su cabeza hacia la sala y presenciando una mirada futura de su apartamento. Bokuto se encontraba peleando sobre Kuroo para intentar de forma lamentable ganar el juego de carreras que venía perdiendo desde hacía media hora—. ¿Mudarnos los cuatro?
Por un momento pareció una pesadilla recorriéndole la espalda de forma graciosa, casi como si aquello fuera una broma y a los momentos cayó en la realidad: Estaba siendo un exagerado. Porque a pesar de ser unas bestias, aquellos muchachos eran sus amigos. ¿Podía considerarlos así? Nunca realmente tuvo un amigo además de su primer flor "Chongo", sintiendo ahora la necesidad de entender qué era un amigo y hallando la referencia en ese grupo de idiotas que le hacían los días un poco más diferentes. Tal vez no era tan malo (si dejaba de lado la idea de un apartamento destrozado por completo gracias a Kuroo limpiando su ropero).
Mientras Keiji parecía estudiar cada posible desastre capaz de ocurrir en la Tierra por culpa de aquellos idiotas, Kenma prosiguió:
—Realmente hablaba de Kuroo y Bokuto —aclaró, llamando así nuevamente la atención de Akaashi.
—¿Tú no vendrás?
Kozume dirigió su vista a todos lados menos él, esquivando su mirada curiosa y sintiendo nuevamente la presión sobre sí. No sabía cómo carajo expresar sus pensamientos.
—No quisiera molestar —susurró.
Akaashi suspiró, se apoyó sobre la baranda de la cocina y admiró el ambiente de la sala. Bokuto interrumpía su tranquila conversación entrelazada de nervios con sus fuertes risas, mientras que Kuroo seguía reprochándole en cara que esa victoria no había sido justa.
«No está tan mal», pensó Akaashi , misteriosamente creciendo una sonrisa ladeada.
—No eres una molestia, Kenma —aclaró—. Si ellos van a vivir conmigo porque son mis amigos, entonces tú también.
Pudo notar la impresión en su rostro. Kenma estaba petrificado; tanto que le hizo preguntarse a Akaashi si lo que dijo era lo correcto o mejor lo retraía nuevamente, hasta que pudo ver como la mirada del muchacho de su edad se distraía con los muchachos y suspiraba para luego sonreírle levemente, casi con vergüenza.
Akaashi esperó cierta respuesta hasta que vio como Kenma pasaba por su lado con una rapidez incierta y se paraba frente a la tele. Se sintió dejado hasta ver como la escena continuaba del otro lado de su apartamento.
—¡Kenma, estás tapando mi vista! —quejó Bokuto, tratando de mover el mando hacia los costados al igual que su cuerpo y así poder seguir con el juego.
El menor no se movió, empezando a adentrarse también en el campo trabajador de Kuroo.
—Tápalo a él así gano —ordenó en broma, tomando la delantera en la carrera.
Kenma suspiró y decidió lanzar la bomba sin importar la situación, sabiendo desde un principio el problema que generaría e ilusionado ante el solo pensar la gracia que le haría aquello en un futuro cercano.
—Kuroo y yo somos pareja.
Notó como de un segundo a otro el mando de Bokuto cayó y los ojos de Kuroo saltaron hacia él en la impresión. Sonrió levemente ante la escena; era justo como la imaginó.
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Bokuto, no rompas más flores [Bokuaka]
FanfictionDurante un hermoso día de sol, nubes blancas cual algodón y una preciosa temperatura de verano, Bokuto se cayó de cara al suelo y se rompió todo contra unas cuantas flores espinosas provenientes de una pequeña florería en el centro de Tokyo. ¿Lo pe...