Capítulo 10

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Ella estaba asombrada ante su exagerada reacción a una pregunta tan simple. "¿De verdad le tenéis tanto miedo a que alguien te toque?"

Dando vuelta su cabeza, la miró con furia por arriba del hombro. "Te lo dije. No le tengo miedo a nada."

Pero ella sabía cómo eran las cosas. No le decía su nombre. No le dejaba ver su verdadero rostro ni ofrecerle ningún tipo de consuelo...

"Podéis mentirte a ti mismo todo lo que quieras, Guardián. Yo sé la verdad sobre ti."

Un gesto amenazador se propagó en su rostro. "¿Qué verdad?"

"Le tenéis miedo a la gente. Si no. ¿Por qué vivirías de esta forma?"

Él golpeó el escritorio con sus manos con tanta fuerza que la hizo saltar,e hizo que la computadora se levantara unos centímetros para caer de lado sobre el escritorio.

"No le tengo miedo a la gente," dijo entre dientes apretados. "Los odio." Ella podía saborear el veneno que le inyectó a esas palabras. "¿Entendéis? Mienten. Roban. Engañan y hacen trampa. No hay absolutamente nada en ellos que soporte... y si no me dejas en paz, voy a sacarte la voz nuevamente."

Una parte de ella estaba tentada de probar hasta qué punto cumpliría con su amenaza, pero su parte más racional ganó.

Él no era una persona que se echaba para atrás.

Bien. Como sea. Que se pudra en su miseria. A ella no le importaba en realidad.

No era como si fuera a estar con él por mucho tiempo más.

Tarde o temprano, Solin la liberaría. Ella lo sabía. Sin nada más que hacer, se sentó en la cama y miró mientras él trabajaba o lo que sea que estuviera haciendo en su laptop. Ella inclinó su cabeza hacia un lado mientras los minutos pasaban y él le daba a las teclas con tanta fuerza, que estaba sorprendida que no se trabara, o se rompiera.

Era más que obvio que no tenía idea de lo que estaba haciendo, y se puso cada vez peor. Dios, si ella lo entendía. Cómo decía el viejo adagio, un televisor puede insultar tu inteligencia, pero nada te lo refriega en la cara como una computadora.

Y por alguna razón que no podía identificar, le complacía su fracaso.

Mejor. Espero que te hundas en tu frustración hasta el hartazgo.

Eso le iba a enseñar a portarse mejor con ella.

Guillermo trataba de concentrarse en su investigación, pero en todo lo que podía pensar era en el leve sonido de la respiración de _____.

Cada vez que hacía hasta el más mínimo movimiento, su cuerpo reaccionaba en contra de sus deseos.

¿Por qué lo había tocado? Entre eso y su beso cuando le había devuelto la voz, había cavado su propia tumba. Ahora no podía evitar preguntarse cómo sería acostarse con una mujer y no con un demonio. ¿Serían todas las mujeres como _____? ¿Olerían tan bien? ¿Serían tan suaves?

No la mires.

Escuchó a su instinto de conservación, pero aun así no pudo resistir mirarla por sobre su hombro, solo para encontrarla mirando a su espalda desde donde estaba sentada con las piernas cruzadas sobre su cama.

Con sus codos apoyados en sus rodillas, ella descansaba su pera en sus manos cruzadas. Él no tenía idea por qué le parecía adorable, pero así era.

“¿Qué estás haciendo?” le preguntó.

“Tratando de leer a través de tu cabezota.”

“¿Por qué?”

El Guardián [Willyrex&Tú] *Editando*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora