Capítulo 18

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“Solin?”

“No lo sé.” Él se estiró para tocar su rostro y luego detuvo su mano a centímetros de ella. Justo antes de que pudiera retirarla, ella la tomó con su mano y la sostuvo con fuerza. “¿Tenías miedo de que me hubiera llevado?”

Frunció el ceño en uno de los gestos más fieros que le había visto. Era tan oscuro y letal que pensó que estaba enojado con ella – que le haría daño. “Tenía miedo que estuvieras lastimada.”

Guillermo no tenía idea de por qué se lo había dicho. Era una debilidad que no tendría que tener. No debería importarle si vivía o moría.

Y aun así…

Haría lo que fuera para mantenerla a salvo. Ahora lo sabía.

Ella ya no era una herramienta para usarse en contra de Solin. _____ era la mujer que podía usarse para destruirlo a él. Él se encogió ante la verdad innegable. ¿Cómo pude haber sido tan tonto? Nunca le había importado nada ni nadie más que sus libros, y miren cómo Noir lo había atormentado por eso.

El bastardo lo había hecho mirar mientras los quemaba frente a él, y lo había desafiado a que tratara de salvarlos. Página por página, uno por uno. Noir sólo tomaba placer de hacer sufrir a los demás.

Él torturaría y mataría a _____, llegado el momento, y eso lo destruiría.

¿Cómo podría vivir sabiendo que le había causado tanto dolor? ¿Cómo?

Antes de que pudiera alinear sus pensamientos, la puerta que había hecho desaparecer de su habitación reapareció a su izquierda. Él se puso delante de _____ y se dio vuelta para enfrentar a lo que fuera que estuviera golpeando a su puerta.

Un instante después, se abrió de un golpe.

_____ jadeó al ver a los demonios que entraban a la habitación. Definitivamente no eran del panteón griego.

Ella nunca había visto algo como ellos en la vida real o en pesadillas.

De repente, una fuerza invisible la llevó hacia la cama y la sostuvo ahí mientras el Guardián atacaba a los demonios.

Ella sintió un nuevo respeto por su habilidad mientras lo miraba pelear contra ellos. Le asestaban uno que otro golpe, pero él parecía no sentirlos mientras los cortaba a pedazos con su espada.

Sí que era un increíble guerrero. Probablemente uno de los mejores que había visto. Tenía que ser terrible para un hombre tan fuerte y habilidoso que lo forzaran a doblegarse ante los crueles caprichos de Noir y Azura. Ella no se había dado cuenta del verdadero horror de su situación hasta ahora.

Saber que uno tenía la habilidad de pelear de esta manera y ser torturado de esa forma…

¿Cómo podía soportarlo?

Él acuchilló al último a través del corazón, y luego se dio vuelta hacia ella. El escudo que la tenía paralizada cayó y sus zapatos de taco se transformaron en zapatillas para correr.

“Vamos, _____. Ya no estamos seguros en este lugar.” Y para su completo shock, le ofreció su mano.

Esperando que no fuera una señal del apocalipsis, ella corrió hacia él y tomó su mano.

Él la sacó al pasillo donde los sonidos de pelea hacían eco. Un instante después, una armadura completa la cubrió.

Ella miró al Guardián, quien le dio una espada.

“¿Sabés cómo usar una de estas?"

"Claro. La punta tiene que atravesar al enemigo, y con suerte, por el corazón."

El Guardián [Willyrex&Tú] *Editando*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora