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POV Lauren

Nunca la había visto vestida así, tan... casual.

Se me acercó. Podía notarla algo tímida, tenía sus manos metidas en los bolsillos traseros de su pantalón y sonreía mirando el suelo. Quedamos frente a frente y levantó la cabeza para por fin cruzar nuestras miradas.

-Hola...  vine para cerciorarme de que todo estuviera bien, que no tuvieras problemas en la salida- se acomodó un mechón de su pelo detrás de la oreja y con sólo ese gesto me volvía loca.

-Pues ningún problema, estoy libre, muy libre!- ella rió volviendo a mirar el suelo -y todo gracias a usted- me acerqué un poco más a ella - ¿Sabe lo que soñe anoche?

-¿qué?- dijo casi en un susurro

-Oiga esto, soñé que usted me estaba esperando al final de un camino muy oscuro del que no podía salir por mas que trataba y trataba, y usted me llamaba y me decía que fuera, que siguiera pero no podía- ella frunció el ceño- era un lugar raro, mire, algo así- saqué de mi bolsa mi cuaderno de dibujos y le mostré.

-lauren... - mantuvo la vista en el dibujo- esto es hermoso, tienes... tienes un talento muy especial ¿sabes?

-Es sólo un pasatiempo, esto que me ayudó a pasar el tiempo en la cárcel, no es nada- guardé mi cuaderno.

-ojala puedas cambiar de vida, como me lo has prometido muchas veces.

-Si... sobre lo que dijo en la audiencia, eso de creer en mí... ¿es cierto?- ahora era yo la tímida.

-Si no fuera cierto no lo hubiera dicho lauren- y ahí estaba ese brillo en sus ojos.

Nos quedamos un momentos mirándonos, no entiendo por qué hacíamos esto, por qué nos miramos de esta manera. ¿será que solo a mí me ponía nerviosa?

Al parecer si.

-Ya sabes que te tienes que presentar una vez al mes para firmar- sabía que estaba hablando pero no estaba escuchando- hasta que se cumplan los cuatro años de la sentencia original ¿De acuerdo?- reaccione y sólo asentí con la cabeza -bueno, te deseo todo lo mejor, Lauren, en serio, tú vales muchísimo, y eso tampoco te lo digo por decir ¿ok?- me sonrió y estiró su mano para despedirse. ¿En serio? ¿un apretón de manos?. Ignoré ese gesto y me acerqué a ella para envolverla en un abrazo. Gracias a ella estoy fuera de esa prisión, gracias a ella podré volver a comenzar.
En un comienzo no respondió a mi abrazo, podía notarla algo tensa, pero no me retiré, sólo la acerqué más a mi hasta que pude notar como relajaba el cuerpo y subía sus brazos hasta mi espalda acariciándome lentamente.

-Gracias por todo lo que hizo por mi abogada, le juro que nunca lo voy a olvidar- quería seguir en ese abrazo pero ella se salió.

-te voy a dar mi tarjeta- empezó a hablar rapidamente -toma, para que tengas mis números, incluso el de mi celular, cualquier cosa me llamas, cualquier problema... ya sabes... - yo sólo la miraba- no lo dudes- paró para respirar y volvimos al silencio pero esta vez la interrumpí yo.

-adiós abogada- no me moví ni un poquito.

-adiós lauren- ella tampoco

-ah! espere!- saqué de mi bolsa un dibujo -esto es para usted- puede que no le sirva para nada, puede que no lo quiera o que ni siquiera le guste pero yo quería dárselo aunque luego lo botara, yo lo había hecho para ella -para que tenga un pedacito de mi- bajé mi mirada.

-Muchas gracias Lauren- pasé por su lado y comencé a caminar -Lauren!- me volteé a verla rápidamente, como si estuviera esperando a que me llamara y me odié por eso- toma- me entregó algunos billetes

DIABLADonde viven las historias. Descúbrelo ahora