42

3.8K 198 82
                                    

POV camila

-¿y ahora qué? - preguntó ansiosa

-ahora nada, solo caminemos y pon atención

-¿a qué le pongo atención? ¿Qué rayos se supone que buscamos?

-no sé, dj, algún indicio o... mierda - me sostuve del brazo de Dinah

-¿qué tienes? ¿Mareos? ¿Quieres vomitar? - negué

-no, fue un pequeño mareo, nada más

-el sol está pegando muy fuerte, ven,  vamos por allá - no acercamos a un puesto bajo la sombra - bebe un poco de agua - dijo apuntando a mi botella y obedecí - siéntate

-hola, buenas tardes ¿les puedo ayudar en algo? - Se nos acercó un señor a preguntar amablemente

-hola, no muchas gracias, solo estamos mirando - contestó mi amiga

-oh, de acuerdo, de todas manera las invito, sin ningún compromiso, a pasar a ver nuestras piezas, sobretodo las ultimas. Son anónimas pero de seguro que...

-¿anónimas? - pregunté atropelladamente

-si... - dijo al parecer confundido por mi actitud

-¿puedo ver?

-por supuesto

-Camila, espera un momento, debes permanecer sentada hasta que pase el mareo

-ya me siento bien, Dinah

-no, no mientas porque te ves pálida y...

-puedo traer un par si quieren, en verdad les va sorprender

-si - dije de inmediato

-un segundo - pidió mientras iba por los cuadros

-esto es una locura - dijo

-si... lo es. 

Esperamos unos pocos segundo y regresó.

-miren - puso un cuadro frente a nosotras. Quedé impactada.

Nuevamente el árbol

-tiene una técnica diferente, es algo muy novedoso- explicó el señor - y ha causado muy buena impresión en el público .

Era el mismo árbol otra vez. Miré a Dinah quien parecía entenderme. Asentí y preguntó

-¿en verdad no sabe quien hizo esto?

-como les dije, es anónimo.

-¿pero cómo los obtuvo? - indagó la rubia

-me los ofreció un desconocido, por lo que recuerdo era asiático, pero más que eso no sé. Las pinturas eran muy buenas así que acepté sin pedir mucha información

-¿puedo ver el otro? - pregunté en un susurro

-claro - hizo el del árbol a un lado y me mostró la otra pintura

-dios... - mi corazón se aceleró.

Había una gran luna reflejada en el mar y más abajo una fogata en la arena.

Sentí un nudo en la garganta y mi cuerpo se puso frío.

No me sentía bien

-Las llevo - me apuré a decir. Quería estar en mi cama

-muy buena elección

Me pidió ciento ochenta dólares por cada cuadro, los cargué en la camioneta y conduje a mi nuevo destino. Estaba cansada, no me sentía muy bien, pero necesitaba ir a ese lugar.

DIABLADonde viven las historias. Descúbrelo ahora