OneShots Y Drabbles De Boku No Hero Academia.

DabiTodo III

Tema: Villanos/Día cuatro.
One-shot.

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Todoroki apretó su mano en un puño tan fuerte, que la sangre comenzó a escurrir. Pero no sentía dolor, al menos no de las cortadas provocadas por una chica rubia con sonrisa psicópata y cuchillo en mano.

No, Shōto sentía dolor al ver a una persona que quería parada justo frente a él; con una sonrisa sarcástica, lleno de burla, sin hacer el atisbo por ayudarlo. Lo veía y no parecía importarle realmente.

La malicia brillaba en sus ojos, y Todoroki se preguntaba si ese era el mismo muchacho que había visto hace un par de días. Incluso había pensado que tenía la intención de matarlo si no hubiera mandado a la loca a otra parte.

—Yo me encargo de él y del desastre que hiciste —había dicho. Su voz ronca y habla pausada, viéndolo con desprecio desde su altura lograron hacer que se sintiera más pequeño y débil de lo que era. No le gustaba aquella sensación—.Tú vuelve con Twice y limpiate.

Todoroki aún no tenía las fuerzas para levantarse. Se mantenía en el piso, esperando algo que no tenía idea de qué era.

—Dabi —su voz fue un susurro apenas audible, estaba ronca y se podía oír el dolor en ella.

—Shh —Dabi se alejó del fondo del callejón en el que se encontraban hasta casi salir de el. Miró a ambos lados de la calle, comprobando que la rubia se hubiera ido y caminó de regreso.

Shōto emitió un quejido lastimero cuando intentó levantarse; arrepintiéndose de la acción en seguida. Hizo una mueca y pudo sentir el ardor que le provocó una cortada en la mejilla. No creía poder hablar sin que le doliera el rostro, o hacer cualquier movimiento.

—Ya es seguro, Toga se fue —Dabi se inclinó y lo ayudó a levantarse, sentándolo sin ningún cuidado en la tapa de un contenedor de basura.

—Auch —se quejó, mordiendo su labio en seguida.

Dabi se colocó entre sus piernas.

—¿Cómo es que terminaste así? —Se agachó a su altura y lo tomó del rostro, lastimando su mejilla en la acción. Shōto se quejó y buscó alejarse del toque—. Lo siento. —-A los oídos del heterocromatico, eso no sonaba a disculpa.

—Ella me tomó desprevenido. Apareció de la nada —susurró, Dabi aún tomaba su mejilla y el dolor iba en aumento, pero no dijo nada, si se quejaba estaba seguro que haría más fuerte su agarre—. Y no tenía idea de qué podía hacer. No sabía cuál era su quirk, además yo aún no puedo usar el mío.

—Que idiota, Shōto —sonrió, justo como la primera vez que lo vio en el campamento de la UA—. Esperaba más de la obra maestra del héroe número dos.

—¿Por qué no llegaste antes? —Ignoró lo que dijo y en su lugar preguntó. Dabi pareció molesto pero finalmente soltó su mejilla.

—Me entretuve por ahí —hizo un movimiento vago con la mano y luego apoyó ambas en el contenedor, dejándolo sin salida.

—Oh —no sabía qué más decir.

—¿No quieres saber qué estaba haciendo? —Se inclinó más y lo miró directo a los ojos, poniéndolo nervioso. La cercanía del más alto aún lo intimidaba un poco.

Dabi sonrió, sabiendo que estaba nervioso aunque no lo demostrara en su cara; había aprendido a leer sus expresiones, así como también sabía qué significaban sus acciones, conocía hasta su más mínima reacción. Le divertía ponerlo en diferentes situaciones y ver cómo reaccionaba a ellas. Para Dabi era un juego muy entretenido descifrarlo. Y él odiaba eso. Detestaba que todo parecía darle igual, cuando él estaba ahí, sintiéndose ansioso casi todo el tiempo.