OneShots Y Drabbles De Boku No Hero Academia.

DabiHawks.

Tema: Híbridos/Día tres.

One-shot.

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Hawks aleteó sus alas, aún sentía los grilletes que estaban apretando sus pies, a pesar de que se los habían quitado hacía unas horas. Tenía marcas de esposas en sus manos y su piel se veía irritada, se sentía casi como si estuviera quemado. Lo habían cambiado de celda, al parecer, harían un nuevo experimento. Su nueva prisión estaba reforzada y tenía dos camas, dedujo que traerían a alguien más. Quizá otro mitad-ángel.

Sólo esperaba que no llevaran a alguien tan imbécil. Una persona (o híbrido, cosa, alien, realmente lo que fuera) con la cual platicar, que no lo sacara de sus casillas.

Escuchó a la cerradura abrirse y luego apareció un muchacho de cabellos negros. Tenía un par de parches en la cara, quizá eran quemaduras, no alcanzaba a distinguir bien desde donde estaba. Detrás de él había dos hombres, no los había visto antes.

—¿Y qué se supone que haga aquí? —El muchacho habló. Parecía que aún no notaba su presencia. 

—No lo sé y no me importa, Dabi  —el hombre cerró la puerta y abrió la pequeña ventana que había. El nombrado Dabi pasó sus manos por ahí.

—Extrañaré tanto mi otra celda. Era linda, el gris parecía más oscuro que en las otras. —Escuchó al hombre detrás de la puerta suspirar—. Incluso deje un "Dabi estuvo aquí" escrito, para no perder la costumbre.

Y con eso, todas sus esperanzas de que el tipo no fuera un imbécil se fueron al demonio. «Bueno, en tanto sea un imbécil divertido no habrá problema», pensó.

—Maldición, ¿nunca te callas?

—¿Y nos seguiremos viendo? —Escuchó el sonido de las esposas chocar contra la puerta. Dabi comenzó a acariciar sus manos—. Eres el hijo de puta más amable que he conocido aquí.

—Hasta nunca, demonio.

—¿Al menos puedo tener música? —La ventanilla se cerró en su cara—. Parece que no...

 No pudo evitar soltar una risa de burla ante eso, el muchacho cayó en cuenta de su presencia y se dio la vuelta. Se le quedó mirando de arriba a abajo, analizándolo. Su mirada era tan intensa que, por un momento, se sintió completamente al descubierto. Se quedó viendo sus alas unos segundos y alzó una ceja.

—¿Serás un compañero de celda molesto, no? —Dijo su primer frase, con una sonrisa ladina.

—Y será un placer.  —Una sonrisa sugerente apareció en sus labios—. Por cierto, ¿qué eres? ¿una rara mezcla de un halcón con un humano?

—Mi padre era un ángel, mi madre un humano.    

—¿Un mitad-ángel? ¿En prisión? —Aquel tipo sonrió con superioridad—. Esa sí que es una ironía.

—¿Ah si? ¿Y tú qué haces aquí? No pareces alguna rara mezcla de cuentos de hadas. —Sonrió de la misma manera en la que lo hacía el contrario.

No quería dejarse intimidar. Aunque debía admitir que el aspecto de su nuevo compañero de "celda" tenía un aspecto bastante tétrico.

—Me trajeron porque quemé personas, por eso supieron de mí. —Oh, con que eso era—. Me gusta prenderle fuego a las cosas, también.

—Entonces deberías estar encerrado en un manicomio, no en una prisión para personas especiales bajo tierra, pirómano. —Dabi rió.

—No entiendes, imbécil. —Extendió la mano en su dirección, de ella empezó a salir humo. Retrocedió un paso por instinto —. Yo hago mi propio fuego. —Y de la nada, una llama azul apareció—. Mi madre alegó que mi padre era un demonio, se la llevaron a un psiquiátrico, así que no sé si decía la verdad. Supongo que sí..., así que soy medio demonio.