-Tienes que saber algo, Minie- Habla suave a mi cuello pegándome más a la silla del aula de artes, ahora vacía.- Si yo te digo que no hagas algo, no lo harás. No hace falta recordarte qué es lo que pasará si no obedeces, ¿Cierto?- sus manos aprietan el especio libre del asiento a los costados de mis piernas y su aliento choca ahora en mis labios.
-Haré lo que me pidas, hyung. Pero...- dí un empujón en su pecho para apartarle, poder levantarme y finalmente hacerle sentar ahora a él.- También debes poner de tu parte, Namie. Me excita que me trates de esta forma, sí. Pero, ¿Sabes qué me provoca más?- Apoyo mis palmas sobre sus muslos ejercitados, rozando mis labios sobre sus clavículas.- Me gusta tener el control de todo esto...- Subo mi derecha al zipper del uniforme que lleva para bajarlo una vez desabrochado el botón plateado.- sólo algunas veces. Y tú debes aceptarlo.-
Paso mi lengua fuerte sobre su piel al tomar su miembro y apretar la punta.
Hyung suelta un ligero gruñido de placer echando la cabeza atrás.Después de masturbarle por algunos minutos, bajo para meterlo, totalmente húmedo y erecto.
Sus dedos se aferran a mi cabello y los míos a sus brazos.
El tiempo pasa conforme lo llevo al climax, terminando por sentir cómo se corre en mis labios entre abiertos.
Jadea rápido y no puedo evitar besarle cón rapidez al sentarme en su regazo.
-Me encanta que hagas esto, Minie.- aprieta mis gluteos y me froto contra su miembro.
Me vengo aún con los pantalones puestos cuando muerde fuerte mis labios. Suelta una risa socarrona al desvestir mi parte inferior, tirarme al suelo y comenzar a lamer mi piel manchada por el líquido blanquecino.
Mete mi miembro completo hasta su garganta limpiando todo a su paso mientras gimo fuerte y me tiemblan los muslos.
Y Yoongi hyung no me ha vuelto siquiera a mirar, y tiene el labio partido otra vez.