Después de aquel "imprevisto", como Namjoon le llamaba, su relación se tornó distante.
Ellos ya no se buscan a diario, ya no duermen juntos todas las noches ni se besan a solas.
Sólo se ven en el colegio, se cruzan en los pasillos y a veces sonríen un poco, es todo.
Sin embargo Jimin no puede dejar de pensar en lo que pasó. La imágen de Yoongi cubierto de sangre y heridas graves no deja su mente.
Pero no le asusta.
Él recuerda cómo le miraba su novio mientras él lastimaba al rubio y no puede evitar excitarse.
Ojalá pudiera hacerlo otra vez.
Aunque está muerto ahora y sabe que cuando Namjoon lo observó de aquella manera, fue precisamente por eso, porque le estaba provocando dolor a Yoongi.
Jimin está recostado en su cama, bajando su mano a su entrepierna para poder aliviar ese cosquilleo en su vientre. Se toca sin sentir algo que realmente le pueda ayudar, simplemente un tacto vacío.
-Namie...- suspira al teléfono en cuanto el más alto coge la llamada.
-¿Qué pasa Jimin?- contesta simple, curioso porque hace días que no hablan.
-Te quiero ahora.- suplica.
Puesto que jamás habían tenido "sexo real" como tantas veces Jimin pidió, el mayor guardó silencio un momento, pensando en todas las posibilidades y formas de cómo podrían resultar las cosas.
A decir verdad, hace mucho tiempo que también él quiere hacerlo, sólo quiere torturar a ambos para hacerlo especial. No es que tenga miedo o algo parecido, adora tanto al pequeño que no quiere lastimarlo... así.
Pero siente que no puede aguantar más.
-Dame un momento.-
Escucha en leve gemido al otro lado de la línea y cuelga ansioso.
Rápido toma su chaqueta, sus llaves y sale de su casa.
En el camino recuerda cómo a veces "juegan" y Jimin se muestra tímido, siempre lo deja controlar la situación y no puede evitar que su piel se erize un poco en anticipación.
Dios, no sabe cómo hacerlo. Es decir, claro que sabe, pero no quiere actuar de una forma que a su bebé no le agrade.
Le gusta hacer las cosas fuerte, rápido pero no tanto, duro.
Pero tiene un sentimiento tan fuerte ahora, no como con las otras personas con las que estuvo. Quiere cuidar, proteger y darle igual o más placer, del que él pueda sentir, a su novio.
Sus manos comienzan a sudar cuando llega a la puerta de su destino y no sabe si es por excitación o nervios.
Jimin abre y toma su mano izquierda, despacio. Sonríe con las mejillas sonrojadas jalándolo suavemente.
Sin decir una palabra, Namjoon cierra la puerta tras de sí y sigue al menor a su habitación, pasa la mano en su cabello peinándolo un poco mientras exhala temblorosamente.
Qué patético.
Sin embargo, al entrar a la recámara, pega al pequeño a su cuerpo tratando de mantenerse firme.
Primero le abraza por la cintura, fuerte, como mostrando todo el amor que le tiene.
Pasan tal vez dos minutos en los que su respiración se agita, no quiere separarse.Jimin es el que da el primer paso, sube sus manitas a los hombros del mayor parándose de puntitas y roza sus labios con los propios.
Ambas respiraciones calientes se mezclan y el calor comienza a aumentar en sus cuerpos.