CAPÍTULO XXIX: ENTRE LAS SOMBRAS

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Café por medio le conté lo ocurrido sin omitir detalles. Necesitaba su palabra para ordenarme y no meter la pata ya que no es momento para errores.

-Eduardo, esta es la última parte de la historia y así está la cosa, espero el llamado y veré qué hago.
-Después del llamado hablás con el fiscal y no se te ocurra nada más
-Y si se me complica vos creés que puedo dejar a esa mujer inocente presa por tonta.
-¡Que se joda!, o acaso ¿querés joderte vos?
– ¡No! Espero actuar bien
-Te dejo meditando pero es hora de que sientes cabeza, antes de que te la corten.

Eduardo se levanta, me saluda y sale. Al instante vuelve a entrar. Se sienta y haciéndose el distraído me pide que mire con disimulo hacia la calle porque hay un tipo que le resulta sospechoso. Me lo describe y yo voy mirando. No hay dudas es Amré.

MUERTE EN LA ESCUELADonde viven las historias. Descúbrelo ahora