CAPÍTULO XXX: LO LLAMAN Y LO SIGUEN

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Eduardo y yo salimos juntos. Cada uno subió a su vehículo y nos fuimos. Me seguían.
Suena el teléfono celular y atiendo. -¡Sí!, escucho!
-Soy la secretaria de la señora Duggan, me pidió que lo citara para las 23 horas en el hotel Palace, de la calle Ciudad de la paz y Monroe, habitación 1722. Venga solo.
-Digale que me espere, que allí estaré y que iré solo.
-No señor Branka, ella no lo espera, soy yo su secretaria, ella para en el hotel Paladium de Montevideo, yo estoy en el Palace de Buenos Aires.

Cortó la comunicación.
Cuelgo y me veo por el espejo retrovisor la cara de disgusto que tengo.

MUERTE EN LA ESCUELADonde viven las historias. Descúbrelo ahora