•Capítulo 28

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Pov's Trevor

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Pov's Trevor.

Estar con Leah, ha hecho mi vida más tranquila y más alegre. Nunca me llegué a imaginar llegar a estar así con una mujer, que alguien me llegara a hacer sentir así, tan bien, tan en paz, tan feliz. Cualquiera como yo diría que parezco  estúpido hablando así, pero me importa muy poco, los hombres también podemos ser cursis y enamorarnos como pendejos, como lo estoy yo ahora. La primera vez que ella me dijo que me quería yo no le correspondí porque aún no me sentía seguro de quererla, pero cuando yo le dije que la amaba y ella no me correspondió, me sentí mal y ahora entiendo como se debió sentir ella.

Miro a Leah con una expresión de felicidad en su rostro y yo siento la misma felicidad que ella al verla así. Me siento bien haciéndola feliz, no sé como fui tan idiota para dejarla una semana sola.

—   Trev, ven amor.- Grita desde el mar. Suelto una pequeña risa y me pongo de pie.

Voy hacia ella y me lleva hacia el mar donde me abraza igual que aquella noche que le dije que la amaba.

—   Desearía que nunca se acabaran estas vacaciones.- me mira con un poco de tristeza en sus ojos. — Ya mañana nos tenemos que ir, pero de verdad te agradezco este viaje y todo. Nunca imaginé que podría conocer este maravilloso lugar.

Una pequeña risa se me sale y me mira con el ceño fruncido. Lo que Leah no sabe es que no nos iremos mañana, este viaje lo planee para dos semanas. Como su jefe es fan mío, pues le di entradas para todo el campeonato para que vaya a verme, con la condición de que le diera dos semanas a Leah. Iba a pedirle tres, pero sé que a Leah le da algo y además pronto tengo que empezar a entrenar.

—   ¿De qué te ríes?- Pregunta.

—   Mañana no nos iremos, ángel.- sonreí. — Nos quedaremos una semana más.

—   ¿Qué? ¿Me hablas en serio?- Pregunta con asombro. — Pero mi jefe...

—   Hice un trato con él. Le di entradas para todos mis torneos.- Bramé con una sonrisa.

—   Trevor, eres...- pronunció asombrada y después sonríe. — Magnifico. De verdad gracias por todo.

—   No es nada, ángel, no es nada comparado a todo lo que quiero darte.- miro sus ojos fijamente.Me regala una hermosa sonrisa y me besa.

La semana se pasa rápido y con ello se acaban nuestras vacaciones. Visitamos lugares maravillosos e hicimos cosas increíbles, una de esas fue hacerlo en una cueva, fue de las mejores experiencias sexuales que he tenido.


Nueva York, Estados Unidos.


En cuanto llegamos llevo a Leah a su casa, ya que su madre ansiaba verla y después fui directo a la mía. Mañana descansaría del viaje y ya el lunes a empezar mi vida normal. Tengo una reunión con Stefano y los socios que me quieren proponer un negocio y ya la otra semana empiezo mi entrenamiento.

Dulce Tormento. [EDITADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora