•Capítulo 34

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En multimedia Aaron.

En multimedia Aaron

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Pov's Leah.

Despierto aturdida y con un terrible dolor de cabeza. Miro la habitación ya conocida para mí y al mirar a mi lado veo una espalda masculina. Suelto un suspiro y me siento poco a poco en la cama para no marearme. Me pongo de pie y busco mi ropa, en cuanto la encuentro me la pongo rápidamente.

— ¿Ya te vas?- Pregunta Aaron con voz adormilada.

— Si, me he quedado dormida.- Respondo buscando mi cartera.

— Sabes que tú te puedes quedar.- Susurra en mi oído.

Me suelto de su agarre y lo miro.

— Pero no es lo correcto.- Espeto.— Es sólo sexo.

— Me encantas.- Dice con una sonrisa divertida y deja un beso en mis labios.— Cierras bien.

Asiento y él vuelve a la cama. Una vez con mi cartera en manos salgo de ahí.

Anoche fue una noche loca, después de mi pequeña conversación con Aaron, bailamos y bebimos mucho hasta terminar basándonos y yo en su apartamento teniendo sexo con él. Una parte de mí me lleva al arrepentimiento y recuerdo las palabras de Danna, pero por otra... pues no creo que Trevor se porte bien tampoco e igual él y yo no tenemos nada.

Llamo a Rachel para que venga por mí y me siento en el living del edificio a esperarla.

— ¿De verdad te acostaste con él?- Pregunta Rachel.

— Si.- Asiento mirando la ventanilla.

— ¿Te arrepientes?- Pregunta después de unos segundos.

— No lo sé.- Respondo en un suspiro.

El resto del camino es en silencio.

El resto del día nos ponemos a organizar todo para mudarnos, queremos comprar algunas cosas para decorar el apartamento y arreglamos nuestras maletas. Mi madre está un poco triste porque me voy, pero ella lo entiende y además no se quedará sola.

Al día siguiente me levanto feliz por empezar una nueva vida, por empezar un nuevo proyecto. Todos los días me levanto pensando en mi bebé, pero trato de que sea una motivación para salir adelante, que aunque él no esté aquí conmigo, debo seguir por él y por mí.

— ¿Ya tienes todo listo, cariño?- Pregunta mi madre.

— Si, mamá.- Respondo con una pequeña sonrisa.

— Hija, quiero que sepas que tienes mi apoyo en todo y que me siento muy orgullosa de ti, de todo lo que has logrado.- Dice tomando mis manos.— Siempre estaré para ti.

— Gracias, mamá, no llores que me harás llorar.- Digo abrazandola.

Después del momento del lloriqueos y palabras bonitas, mi madre me acompaña hacia abajo con mis maletas. Ahí está mi tía y Rachel.

Dulce Tormento. [EDITADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora