•Capítulo 12

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En multimedia el Pent-house de Trevor.

En multimedia el Pent-house de Trevor

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Pov's Leah.

Acepté lo que me propuso, Trevor,  porque a mi también me gusta tener sexo con él, y aunque Rachel me haya dicho que puedo salir lastimada, no lo creo así, pues tuve algo así con Josh por un corto tiempo y todo salió bien. Además sé como evitar que crezcan sentimientos que después me causen daño.

Antes de volver a tener sexo con él, me hizo una propuesta algo descabellada que acepté por el momento caliente en que estaba, pero que pensándolo bien lo estoy reconsiderando y es hacerlo sin condón, me aseguró que siempre se cuida pero si se le olvidó una noche conmigo, puede pasarle de nuevo y eso es un riesgo.

La fiesta terminó un poco tarde y el resto lo pasé con Trevor. Su prima Camila, por supuesto no estuvo nada contenta, pero no le di importancia a eso.

•••


Por fin he conseguido un empleo y eso me tiene más que contenta. Es de mesera y no es que gane mucho, pero algo es algo.

— ¿Qué desea ordenar?- Pregunto al grupo de chicos.

— ¿Ángel?- reconozco esa voz.

Alzo la mirada y veo sus oscuros ojos perforandome, y a sus amigos.

— Hola. No los había visto. Estaba algo distraída.- sonreí.

Todos me saludan y ordenan lo que van a comer.

— ¿Desde cuándo trabajas aquí?- Preguntó Trevor.

— Desde ayer.- Respondí.— Ya les traigo su orden.

Era de esperarse verlos aquí, pues la cafetería es muy conocida.

En cuanto me dan su orden, lo llevo a la mesa con ayuda de una compañera ya que ellos son seis.

— ¿A qué hora sales?- Preguntó Trevor.

— A las diez.- Respondí.

— Es muy tarde ¿En qué te vas?- Pregunta.

— A pie.- Respondí.— No es que esté muy lejos de mi casa.- miré a mi jefe.— Tengo que atender otras mesas. Nos vemos luego.- Le Sonrío.— Adiós, chicos.

Ellos también se despiden y me voy rápidamente a atender a otros clientes.

•••

Estoy demasiado agotada, la cafetería estuvo al tope. Las calles están solas y la verdad me da miedo irme sola, pero por ahora no tengo más opción. Tengo unos ahorros para comprame un auto, pero aún me falta una buena parte.

Me pongo mi chamarra, ya que hace mucho frío y parece que va a llover. Empiezo a caminar por la acera, pero el pito de un auto me hace detener y dar un saltito del susto.

Dulce Tormento. [EDITADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora