Cap XIX: Paseo por París

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Llegué lo más rápido que pude. Fuera del banco hay demasiados oficiales de la policía, reportero y mucha gente mirando expentantes.

En vez de preguntarle a alguien sobre la situación -qué ya sabía cómo estaba- decidí entrar sin ser vista.

Cerca de la puerta está uno de los ladrones. No me ve entrar, me coloco detrás de él y tocó su hombro. Este se da vuelta confundido y cuando me ve lo golpeó en la cara, dejándolo inconsciente.

Gracias a mi super oído puedo escuchar las voces de los ladrones. Derribo la puerta doble con ayuda de mis brazaletes. Uno de ellos dispara y m hago a un lado esquivando la bala.

Me tomo mi tiempo para analizar la situación. Hay al menos cuatro hombres enfrente de mí, tienen armas de alto calibre; los rehenes están en una de las esquinas; otro tipo está en la caja sacando el dinero.

Tomo el arma del hombre que tengo más cerca, se la arrebato y lo golpeó con la misma arma. Tomo al otro sujeto, le quitó su arma y lo lanzó contra la pared.

El que está cerca de los rehenes les comienzas disparar. Todos gritan. Antes de que pueda herir a alguien, desvío la bala con mi brazo derecho.

-no puede ser- murmura. Sujeta el arma mejor y comienza a dispararles a todos.

Uso toda mi velocidad para desviar las balas. El hombre se sorprende. Sonrío triunfante y chico mis brazaletes, por a ondas el tipo sale volando y cae justo frente a la policía.

Aún hay otro de ellos, el que estaba tomando lo billetes. En cuanto lo veo suelta la bolsa con los billetes y levanta ambas manos. Uso mi lazo y atrapo a todos los hombres. Sin ningún problema los llevo hacia afuera y se los entrego a los policías

-hagan las preguntas que quieran, responderán con la verdad- le informo a un oficial. Asiente y se va.

Los rehenes salen apurados. No veo Marie por ningún lado. Que no haya pasado lo que creo.

-donde está la chica rubia?- tomo a uno de lo hombres del saco.

-no lo sé.

Ibas entrar de nuevo cuando la veo salir del banco. Está bien, gracias a Dios. Un oficial me entrega mi lazo y como no puede mentir si lo toca, me dijo que me miraba muy ardiente. Incómodo.

Le agradecí por regresarme mi lazo y me fui de allí. Marie piensa que estoy en un avión de camino acá, así que tengo seis horas libres. Tengo un departamento aquí en París, y para mi suerte, hay ropa limpia.

Voy hacia allá. Este departamento es tan pequeño que apenas entro yo. La cocina, la sala y el baño, están en la misma habitación; nada más mi cuarto esta en planta de arriba y tiene una barandilla que me deja ver el piso de abajo.

Como dije antes, es pequeño

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Como dije antes, es pequeño.

A un lado de la sala hay un ventanal que puede abrirse, entro por ahí. Todo esta como lo deje la ultima vez. Aquí no uso un auto, mi medio de transporte es una bicicleta color purpura, muy bonita. Subo las escaleras, de mi armario tomo la ropa más cómoda que encuentro. Un pantalón de mezclilla color negro, una blusa holgada blanca y unas lindas botas color chocolate. Recojo mi cabello en una trenza de pescado. Tomo mi celular y le mano un mensaje a Steve; se quedo muy preocupado antes de que me viniera.

Tal Para Cual || Legends #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora