Cap XXIX: No me vengas con eso

1.3K 101 62
                                    

-no se que estaba más delicioso; si el postre o el chico que trajo el postre -sonrío traviesa.

-ambas -contesta Nat. Pensando la respuesta un momento.

Mi amiga puede ser pervertida, su mirada lo dice todo. Reímos a carcajadas. Debo admitir que si ése restaurante me gustaba antes ahora me fascina con esos meseros, digo, el uniforme les sienta bien.

Las puertas se abren en el piso de la sala. Cuatro pares de ojos miran en nuestra dirección, unos ojos azules en particular me ven con enojo.

¿Ahora que hice?

-mamá está en casa -extiendo los brazos.

-¿Se divirtieron? -cuestiona Steve.

-solo fuimos a comer, no es para tanto -Nat levanta los hombros con indiferencia.

-¿Que tal el postre? -indaga Tony.

-delicioso -humedesco mis labios. Solo de pensar en ese delicioso manjar de chocolate se me hace agua la boca.

-igual que el mesero -murmura pícara mi amiga.

Trato de reprimir una carcajada. Tomo un vaso, y la jarra del refrigerador. Pensar en ese mesero suculento me dejó sedienta. Es tan grrrrr, parece un chico perfecto salido de película. Lástima que todavía no cumple los veinte años, sino ya sería nuestro.

-¿Ejecutar misiones a espaldas nuestras te deja sedienta? -Steve me mira con intriga.

Me sorprende con la rapidez que llegan las cosas a oídos de las personas. Dejo el vaso sobre la encimera, lo miro con el ceño fruncido y me cruzo de brazos.

-¿Que insinúa, Capitán?

-no insinuó nada. Tú y Romanoff fueron a una misión, que si mal no recuerdo la haríamos hoy en la noche -objeta. Esta enojado, ¡¡Se enojó el anciano!!-. ¿Con qué derecho se van a hacer misiones sin consultarnos? Somos equipo.

JA JA.

¿Acaso escucho lo que dijo? Alguien tiene que darle una lección al anciano.

-¿Qué te causa gracia? -su postura firme de soldado; piernas separadas, brazos detrás de la espalda y expresión de hielo, no logra intimidarme-. ¿Te burlas de mi?

-me causan risa las estupideces que dices -limpió una lágrima. Éste hombre me hizo la tarde-. ¿Tienes idea de lo que dijiste?

Parece más confundido. Sin necesidad de voltear a ver, observo como Natasha les hace señas al resto del equipo para que abandonen el piso.

-somo un equipo -repite.

-no me vengas con eso. -sentenció-. Rogers, tu siempre haces las misiones a mis espaldas, te llevas a todos y a mi me dejas aquí en la torre encerrada, ¿Quién soy? ¡Rapunzel!

-las cosas no son lo que parecen -defiende.

-¡¿No?! -chillo. En verdad que estaba perdiendo mi paciencia-. No fuiste tú el que le ordenó a Jarvis que me encerrara en el gimnasio ¿o me equivocó?

-no lo entiendes -golpea la isla con la palma de la mano- ¡Es peligroso!

-¡Era más peligroso cuando vinieron los chitauris! -sentencio, alzando la voz más de lo que pretendía.

-¡Sí! -acepta-, ¡Pero yo no...! ¡Tú no me...!

De repente se quedó callado. Su ceño seguía fruncido, mas no decía nada y la curiosidad de saber me mataba, ¿Yo no qué?

Mueve los labios, abre y cierra la boca. Lo miro expectante y con un gesto de mi muñeca lo incito a que continúe.

Una parte de mi termina la frase; la otra grita que guarde silencio, eso no es lo que iba decir. Admito que en los últimos días, imagine a Steve en muchos lados, lo vi parado en la puerta de mi cuarto, mientras leía su rostro se me vino a la mente y no entendí un capítulo completo.

Tal Para Cual || Legends #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora