Cap XXIII: Bradley

1.3K 98 11
                                    

Amarraba mis agujeta al final de la calle. Cada uno estaba en su puesto. Hice doble nudo y camine hacia el edificio, espero y no se le allá ocurrido mudarse.

-bien, Dianne, hagámoslo rápido.

-Tony, relájate.

-no lo digo por mi, sino por el Capipaleta que ya no tiene uñas que morder.

Rio por la nariz.

-¿Y esa sonrisa?

-cierra la boca Barton -digo entre dientes. Entro al edificio.

No es un lugar lujoso; todo lo contrario. A Brad siempre le gustó vivir en los barrios bajos de la ciudad, nunca optó por otro lugar. La desventaja de vivir en lugares como este es que las personas terminan en malos pasos, ya sea vendiendo drogas o teniendo vicios.

El ascensor está fuera de servicio. Tendré que subir cinco pisos, haré ejercicio despues de todo.

Por el intercomunicador escuchó la charla de Nat con Clint. Recordando viejos tiempos. Tony está tratando de mantener a Steve tranquilo, ha lo que escucho, Steve está diciendo que echaré todo a perder y que por mí falta de experiencia en misiones como está, dejaré ir a una de nuestras claves para encontrar a Ricardo.

-¿Capitán Rogers, podría ser un poco más positivo? Su negatividad está molestandome.

Me molesta que no tenga ni una pizca de fe en mí. Tengo la capacidad para realizar misiones como está y más. No entiendo su repentino cambio de humor; ayer estaba todo bien, éramos unos amigos más y ahora, me trata como una chiquilla tonta e inexperta. Las burlas de Tony hacia Steve no tardaron en hacerse acto de presencia.

No recordaba que este lugar fuese tan tenebroso. La iluminación de las escaleras es escasa, el foco parpadea como si en cualquier segundo fuera a fundirse, las puertas rechinan como las de el castillo del Conde Drácula. Las chapas de las puertas están oxidadas al igual que la barandilla de las escaleras.

-esto apesta -cubro mi nariz con mi mano.

-ya lo sé. No pensé que el Cap fuera un compañero tan molesto -bromea Tony.

-no. En verdad apesta, huele como si hubiera un animal muerto aquí.

Seguí subiendo las escaleras. No tarde en encontrar el origen del olor y por lo que veo y lo que capta mi sentido del olfato, lleva más de un mes aquí.

«no vomites» me repito.

Llegué al quinto piso con mi desayuno aun en mi estómago. Me detengo frente a la puerta E7.

-estoy afuera del apartamento -informo.

-copiado -contesta Clint.

Toco un poco fuerte la puerta. Escucho una puerta abrirse adentro; puede ser él. También escucho como le quitan el seguro a un arma.

-¿Quién es? -preguntan del otro lado de la puerta.

Es él.

-¿Brad?

-¿Quién es? -insiste.

-¿No reconoces mi melodiosa voz? Me ofendes amigo.

Lo escucho guardar el arma. Le quita como diez cerradura a la puerta y después la abre.

-¿Dianne? -me mira de pies a cabeza.

-la misma -sonrío de lado-. ¿Cómo te va?

-¡Por dios! ¡Mírate! -me abraza fuerte.

Sigue siendo el mismo hombre que conocí hace año y medio. Se dejó crecer la barba, dejo el ejercicio y por el aspecto de su cara debe drogarse. Cuando lo conocí era la personificación del chico perfecta que toda mujer quiere; alto, atractivo, divertido, con algo de músculos y lo más importante; respetuoso. ¿Que mujer no quiere a alguien así?

Tal Para Cual || Legends #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora