Capítulo 3.

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Puedo reconocer que nunca he sido muy sociable. Lo sé. Soy capaz de contar a mis únicos amigos con los dedos de las manos. Y tengo razones para ser así de irritante, así de gilipollas. Pero ya no confío en nadie.

-¿Puedo irme ya?-hablo rompiendo el silencio entre los dos.

Louis estaba tenso, escondiendo su rostro con una gorra y unas gafas de sol. 

<<Vaya, sí que es rarito>>-pensé.

Estábamos sentados en el verde y húmedo césped de un parque cercano mientras la fría brisa golpeaba nuestras caras.

-Podrías poner algo de tu parte, Als.-suspira molesto.

-No me llames así.-digo cortante.

Louis me mira con el ceño levemente fruncido, se siente rechazado y molesto. Vale, me he pasado.

-Lo siento, hacer amigos no es lo mío. Realmente, no me llama la atención.-digo cortante.

No obtengo ninguna respuesta por su parte. Me siento incómoda, bastante. 

-¿Eres de aquí?- pregunto intentado romper el hielo después de mi error.

-Doncaster. ¿Y tú?

-Entre Bristol y España- susurro con añoranza.

Louis da un sorbo a su café, mientras yo intento mantener mis manos calientes. Vuelven a mí las imágenes y los recuerdos de España, y la razón por la que abandoné mi país de origen. Pero lo aparté de mi mente rápidamente, quizás demasiado.

-¿Española? Mmm, no lo hubiera imaginado-rió.

Río falsamente mientras muevo mi móvil entre mis manos. Minutos después, un balón llega hasta nosotros, levanto la vista y un niño de unos cinco años nos mira preocupado.

-Ahora vuelvo-digo en un susurro dejando mi móvil sobre el firme césped.

Cojo el balón y me dirijo al pequeño con una sonrisa entre los labios. Podré ser muy antipática, pero los niños son mi debilidad. Le sonrío y le devuelvo el balón. Me mira triunfante mientras su cabello rubio brilla bajo el sol y se marcha.

Veo a Louis dejar mi móvil sobre el césped, pero no le doy demasiada importancia.

-Sabiendo lo irritante que puedes llegar a ser, pensaba que le pincharías el balón al pobre crío.-ríe.

Le miro con odio mientras me acerco hacia él y recojo mi móvil. Una llamada entrante.

Un nombre aparece sobre la pantalla.

<<Kate>>.

-¿Se puede saber dónde estás? Te estamos esperando, Amy y yo. Día de chicas, Ali. ¿Recuerdas?-dice enfadada.

Mierda. Siempre se me olvidaban estas cosas, creo que era porque me parecían muy estúpidas y pijas. Aun así, me sentía en familia con Amy y Kate.

Familia, una palabra la cual nunca me pareció saber su significado.

-Oh, lo siento chicas. Ya voy.-cuelgo.

-Me voy, Louis. Gracias por el café.-sonrío mínimamente.

-Hasta otra.-sonríe.

No sé por qué, pero le devolví la sonrisa. Y tomé rumbo con un paso firme hacia mi apartamento.

Teardrops (Editando).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora