Louis me condujo por los interminables pasillos del estudio, apretando mi mano con delicadeza para tranquilzarme. El sabía que esto no era mi fuerte, y menos tratar con cuatro desconocidos con las hormonas por los aires, que seguramente tengan más dinero del que yo tendré en toda mi vida. Siempre he pensado que cuanto más dinero, más arrogancia. Algo en lo que seguramente me equivoque, como de costumbre, pero me gustaba pensar a mi manera.
-¿Preparada?.-susurra Louis con el pomo de la puerta entre sus dedos.
-Creo que n...-respondo antes de que Louis abra la puerta sin tenerme en cuenta antes.
Hay uno rubio con ojos azules, otro con el cabello rizado y los ojos verdes, un chico moreno pero de tez pálida y uno con cierto tono aceitunado en la piel y muy moreno. Este último fue con el que Louis tropezó aquel día en el centro de Londres al verme.
-Hola.-murmuro secamente.-Soy Aline.
Louis me presenta a los chicos; Niall era el rubio, Harry el de pelo rizado, Liam el moreno y sí, Zayn era con quien tropezó. Parecen simpáticos, o por lo menos, son amables.
-Vaya Tommo... Dicen que las pelirrojas son las peores.-ríe Harry.
Uy. No sabe con quien acaba de meterse. Mi corazón aumenta frenéticamente, tanto que sólo falta que escupa espuma por la boca.
-Parece que se te ha subido la fama a la cabeza, ¿no?-escupo.
Louis ya lo ha dado por perdido, suspira y hunde sus dedos en su pelo desesperadamente, como si quisiera evaporarse.
-¿Perdón?-murmura Harry como si quisiera asegurarse de lo que he dicho.
-Creo que no eres sordo chaval.-alzo la voz con cierto mal humor.
-Hey...-Louis intenta tranquilizarme acercándose a mí, pero lo único que hace es ponerme más furiosa.
-¡Es que sois todos iguales!-grito deshaciéndome de Louis.- Pensáis que por tener a miles de niñas a vuestros pies podeis decir cualquier gilipollez pensando que os van a reír las gracias. Y que claro, por tener el bolsillo lleno, sois más importantes que nadie y os comeis el mundo. Ojalá os atraganteis algún día.
-¿Tus padres nunca te educaron? Porque me parece muy insensato lo que acabas de decir, crees que todos somos iguales, que por pertenecer a la misma clase social somos todos idénticos y poseemos la misma personalidad. Me has juzgado a mí y a mis compañeros sin ni si quiera saber nuestros nombres. Así que, ya puedes ir madurando, niña de papá.-escupe Zayn.
Eso último acababa de golpearme, de sacudirme. Niña de papá. Me hubiera gustado serlo.
Salí de ahí, las lágrimas apuñalaban mis ojos ferozmente, amenazando con huir desesperadamente. Bajé agilmente las escaleras con un irritado Louis a mis espaldas, pero no me paré. Caminé hasta un solitario parque, con grandes árboles tapando los pequeños bancos y no pude evitar sentarme con las rodillas presionadas en mi pecho. Mientras los sollozos entrecortaban mi débil respiración.
-Lo siento, siento no ser el prototipo de chica perfecta con la vida perfecta. Siento no ser una persona y ser un monstruo. Siento no caerles bien, siento joderte la vida. Siento tantas cosas, Louis.-sollozo.-No quería hacerles enfadar, no quería hacerte esto difícil. Pero no puedo controlarlo Louis. Creo que no soy para ti, estoy tan rota y tú tan...tan perfecto.-rompo en el llanto de nuevo.
Sigo escondiendo mi cabeza entre mis rodillas hasta que me atrae hacia él y sus brazos me rodean mientras me aferro a su cintura y un mar de lágrimas inunda su camiseta.
-No sé qué decir en esta situación, pero no vuelvas a decir que no eres para mí.-sus ojos se clavan en los míos.- Nunca he tenido tanta confianza con alguien en tan poco tiempo, nunca me he perdido tanto en unos ojos como en los tuyos y nunca he querido ayudar tanto a alguien como a ti. Pero reconoce, que te has pasado.-susurra en mi oído.
Mi llanto aumenta mientras hipeo como una niña.
-Me gustas, me gustas tanto.-susurro.
No podía negarlo, no me cayeron bien aunque hubiera sido muy borde. Pero Louis estaba luchando por mí, por sacarme de mis oscuras pesadillas. Debería poner algo de mi parte.
O eso imaginé antes de pensar que Louis no podría ayudarme, no podría llenar mi vida de luz sin antes haberme salvado de la oscuridad.
ESTÁS LEYENDO
Teardrops (Editando).
Hayran KurguAline Hanson, de 19 años es aparentemente una chica normal, excepto por su pasado. Un día de invierno bajo el nublado cielo de Londres conoce a Louis. Muy cliché, ¿no? Eso parece, hasta que todo comienza a complicarse. ¿Podrá Aline desvelar sus secr...