Teardrops (Editando).

Capítulo 5.

Mis manos presionan suavemente las teclas del piano, haciendo sonar una conocida melodía. Mi voz comienza a acompañar a la música lentamente.

White lips, pale face 

Breathing in snowflakes 

Burnt lungs, sour taste 

Light's gone, day's end 

Struggling to pay rent 

Long nights, strange men.

And they...

Mi voz es interrumpida por el agudo sonido del timbre, creando una sensación de vacío en mi interior causada por el silencio. Apago el teclado y corro hacia la puerta pero me llevo una gran sorpresa. Veo justo a la persona que  quería encontrarme.

-¿Te ha estado persiguiendo una manada de fans? ¿O te has hecho más millonario de lo que ya eres, Tomlinson?- digo recalcando la última palabra.

Suspira fuertemente y apoya su cuerpo en la pared, apretando sus palmas de las manos contra sus muslos.

-Yo... Quería decírtelo, lo siento Aline, pero...-dice mientras le interrumpo.

-Louis, me da igual que seas uno de los famosos más reconocidos en el mundo. Me da lo mismo todo el dinero que tengas o todos los premios que hayas ganado, ¿entiendes? Te trataré como alguien normal. Que sepas que no pienso sentarme a tus pies y decirte cosas estúpidas o halagarte por cada acto al que asistas o por tantos premios que ganes. Para mí, eres normal.-digo con voz calmada.

Se acerca, estando a menos de un metro de distancia entre los dos y sonríe. Sonríe tanto que sus labios se estiran tan excesivamente que parece que en cualquier momento se vayan a romper.

<<¿Este tío es tonto o algo?>> pienso mientras levanto mis cejas y achino mis ojos dándole a entender que no entiendo nada. 

-No pretendo que me trates como si no hubiera mañana, idolatrándome cada segundo que pase o simplemente, que me trates como si fuera diferente. Estoy harto. Sólo quiero un cambio de aires, y te lo agradezco Aline, porque hasta mi familia me trata como si no fuera yo, ¿entiendes? Soy humano.- habla suavemente.

Río, no sé por qué pero ahora me siento bien. Me siento bien con Louis. Pero no puedo dejar que Louis rompa mi coraza, la que tanto me costó construir, y que conozca a la verdadera Aline. Cuando dejé España, dije que nunca confiaría en nadie, así que creé un escudo protector el cuál haría que la gente se alejara de mí.

Y debo reconocer que Louis acababa de agrietarlo.