Teardrops (Editando).

Capítulo 2.

Enrollo la toalla en mi cuerpo y camino hacia mi habitación, me visto y miro hacia el espejo; mis grandes ojos azules brillan con mucha intensidad debido a la luz que se filtra tras la ventana, mis gruesos labios muestran un tono morado y mi pelo rojizo cae ondulado por debajo de mis pechos. Oigo de nuevo la lluvia que golpea las ventanas con más fuerza. Pero de repente una melodía desconocida me sorprende.

 Genial. El inglesito se ha dejado su móvil en la cazadora.

 No llego a tiempo a cogerlo, así me olvido de él y caigo en un profundo sueño.

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-¡Aline!- grita Amy sentada en mi cama- Muévete, llevas aquí toda la tarde.

Un horrible dolor de cabeza me sacude cada varios segundos, toso y moqueo bastante mientras me levanto. Tengo una pinta horrorosa.

-Amy, no creo que salga esta noche. ¡Ve tú!- grito malhumorada.

Amy me mira desafiante, pero entiende que no me encuentro lo suficientemente bien para una noche de juerga. Caigo otra vez en la cama y me despierto a la mañana siguiente. 

-¡Agg!- murmuro cuando confirmo que mi estado es mucho peor que el de anoche.

Me levanto y voy directa a la cocina, cojo una pastilla y me la tomo con rapidez. Sólo son las siete de la mañana pero el infernal móvil de... ¿Lucas? No...Louis, sigue sonando. Treinta y cinco llamadas perdidas.

-Podrías ser un poco más cuidadoso, chico- respondo al teléfono un poco borde.

-Y tú un poco más educada- responde.

-Parece que te has olvidado algo, ¿no?- digo riendo.

-Sí, ¿puedo pasar a buscarlo?

Después de darle mi dirección, cuelgo y espero a que venga. Me cubro con una manta y justo en ese momento, suena el timbre.

-Estás... fatal, ¿sabías?- dice con un aire burlón.

-Cuanta confianza. Pasa- digo con lentitud.

La verdad, Louis es atractivo. Ese cuerpo, esos ojos y esa sonrisa... No puedo negarlo, pero no me sentía nada atraída. 

-¿Quieres algo?- pregunto intentando parecer lo más amable posible.

Niega con la cabeza y me doy cuenta por qué está aquí. Corro hacia el sofá y cojo su cazadora y su móvil.

-¿Te vienes?- dice mientras recoge sus cosas.

- ¿A dónde?-suspiro irritada.

Pero no quiso escuchar un no por respuesta. No definiría a Louis como un chico normal. Y no tardaría en demostrarlo.