The Creatures; Origins (1)

Capítulo 1

‪-Jaque mate‪- añade Kai, poniendo fin a la partida de ajedrez‪-. La reina ha caído.

‪-A veces me pregunto cómo es posible que cuentes con tiempo libre, teniendo en cuenta la larga lista de víctimas que cargas sobre tus hombros.

‪-Sólo es cuestión de saber llevar un orden, con tiempos establecidos‪- mi hermano se pone en pie y camina hacia una mesa de madera, toma asiento en una silla y se hace con un vaso de cristal‪-. Podrías hacer algo productivo con tu vida para variar. No sé, prueba a apuntarte a un conservatorio o a dar clases de logística.

Esbozo una sonrisa, sorprendido ante sus palabras, y me propongo salvar la distancia que me separa de la mesa para servirme un zumo naranja. En ello estoy cuando una mujer de cabello castaño y ojos verdes se acerca a la posición de mi hermano y le tiende la muñeca. El vampiro le hace un corte en ella con ayuda de un cuchillo y le indica que vierte la sangre en el interior de un vaso. Observo la escena contrariado, incapaz de creer la poca consideración de mi hermano, contrariado ‪al mismo tiempo por la presencia de una desconocida en casa.

‪-¿Quién es esta mujer, Kai?

‪-Se llame Rachel y es la nueva canguro de Luz.

‪-No recuerdo haber tratado este tema contigo, hermano.

‪-Bueno, decidí tomar el control de la situación y elegir por el bien común‪- explica, dándole a la canguro un pañuelo para que limpie la herida‪-. Ahora que no está Liz, alguien tendrá que hacerse cargo de Luz cuando estemos fuera.

‪-No sabemos si podemos confiar en ella.

‪-No te preocupes por eso. La he obligado a acatar una serie de pautas.

‪-Qué sorpresa‪- ironizo, bebiendo un sorbo de mi zumo de naranja‪-. ¿Y entre esas pautas está convertirse en tu fuente de alimento?

Kai ríe con ganas y eleva el vaso, orientándolo en mi dirección, manifestando que ese trago va a tomárselo a mi salud. El vampiro se bebe el contenido de una sola vez y deja le vaso sobre la mesa, impregnado de sangre por la parte superior, y sonríe, eufórico.

‪-Puedo pedirle que satisfaga tus necesidades también, si lo deseas.

‪-Muy considerado por tu parte, hermano, pero creo que voy a pasar.

‪-Es una lástima. Era una buena oferta.

Dejo el vaso que sostengo entre mis manos sobre la mesa y procedo a ponerme en pie e ir en dirección a una estantería, en la que guardo el libro que contiene el la profecía de nuestro terrible porvenir siendo revelado a través de los animales, simbolizando cada uno de ellos nuestra personalidad indirectamente.

‪-Tenemos que descubrir qué quiere Regina exactamente‪- comienzo a decir, observando la nota impregnada de un pigmento azul por los bordes‪-. Por el momento lo único que sabemos a ciencia cierta es que quiere recuperar la campana del alma, una herencia familiar que le pertenece, y que tiene una terrible sed de venganza.

‪-Regina lleva desvariando demasiado tiempo. No creo que sea un problema que suponga una gran dificultad. Borrarla del mapa sólo es cuestión de tiempo. La eliminaremos en un abrir y cerrar de ojos.

‪-Tenemos que evitar a toda costa que se haga con la campana del alma. Si consigue su propósito, las consecuencias podrían ser fatales.

‪-Tendrá que jugar muy bien sus cartas si quieres acercarte a un radio de un kilómetro a la herencia familiar que tanto desea recuperar.

Cambio el rumbo de mi mirar hacia una de las ventanas laterales y mi hermano me imita. Un cuervo acaba de impactar contra el cristal de esta, quedando atrapada en el agujero que él mismo ha creado, forecejeando con tal de liberarse, provocando que su muerte se aproxime, pues su cuerpo se desgarra por segundos como consecuencia de la acción del vidrio. El cristal no tarda en teñirse de un tono rojo vivo, siendo salpicado por pequeñas gotas de plasma. Salvo la distancia que me separa del ave con precaución, siendo seguida por mi hermano menor, quien aún no comprende a qué se debe esa intrusión. Una vez me hallo a la vera del pobre pájaro, rompo el cristal, liberando su cuerpo y le doy de beber mi sangre, de forma que se recupera y echa nuevamente a volar. Tomo una nota impregnada en sangre que hay sobre el alféizar de la ventana.