Recibo la última dosis de magia de parte de Jamie, pues su deterioro físico comienza a hacerse notar y lo último que quiero es que ponga en peligro su vida con tal de salvar la mía. En cuanto a mi aspecto, ha mejorado bastante, pero aún no he conseguido subir de peso, sino mantenerme en el que tenía. Al parecer, las necesidades energéticas del pequeño cacahuete que engendro son elevadas y amenazan con consumir rápidamente cualquier dosis mágica que ingiero. Algunos hematomas de mi cuerpo han adoptado un color más claro y, en algunas ocasiones, han desaparecido por completo, como si nunca hubiesen existido.
Jamie camina hacia la entrada al salón, donde se halla John Spinnet, sosteniendo entre sus manos un pequeño obsequio, y entabla una conversación con él acerca de la preocupación que siente al tener las reservas de magia a tan bajo nivel que apenas puede mantenerle a él fuerte, mostrándole además su temor por las próximas semanas de gestación, temeroso de no poder proporcionarle al pequeño el sustento que necesita para alimentarse, acelerando mi deterioro y con ello, mi trágico final.
-Saldré e intentaré dar con alguna fuente de magia. No sé, algo que me permita obtener el poder suficiente para continuar proporcionándole sustento a Liz y al pequeño- informa John, mirando al vampiro con ojos suplicantes-. ¿Podrías quedarte con ella hasta mi regreso? Sé que contigo se siente completa, feliz, se olvida de todo el mal por unos instantes y eso es genial. Te estaría muy agradecido si pudieras mantenerla con vida el mayor tiempo posible.
-Tienes mi palabra- asegura John Spinnet, alternando la mirada entre mis ojos y el vientre abombado que acaricio con ternura, como si pretendiera protegerlo de todo mal-. Ante cualquier inconveniente, no dudaré en llamarte.
-Gracias.
Hago un gesto con la mano, pidiéndole que no me las dé.
-Soy yo quien debe dártelas- frunce el ceño y me mira sin comprender-. La has mantenido viva después de mi partida, has hecho todo lo posible por armarle una sonrisa y darle esperanza. Nunca podré llegar a agradecerte todo lo que has hecho por ella. Estaré en deuda contigo eternamente.
-Sólo hice lo que tenía que hacer. No por compasión, ni por egoísmo. Lo hice porque me nació desde dentro, desde el fondo de mi corazón.
Jamie viene hacia mí y deposita un beso eterno en mi frente, haciéndome sentir protegida y sobre todo querida con gran intensidad. Luego, acaricia mi vientre con ternura y esboza una sonrisa.
-Cuida bien de mamá- se me escapa una risita al oírle decir eso-. Intentaré volver lo antes posible.
-No hay prisas. Tienes que obtener magia, no sólo para fortalecerte, sino para alimentarte de ella. Necesitas tiempo para ello. Estaré bien.
-Nos vemos dentro de un ratito.
Jamie camina en dirección a la puerta y, antes de salir por ella, le da una palmadita en el hombro al vampiro, haciéndole saber que confía en su palabra y que está agradecido por la actitud tan reconfortante que está teniendo con respecto a mí. Se marcha de la casa, dejándonos a solas, sumidos en un completo silencio.
-¿Estás bien? Pareces preocupado.
-Tengo un hermano psicótico- acierta a decir con una sonrisa. Sonrío ante su confesión-. Y para colmo mi hijo está amenazado de muerte por las brujas. Tengo la sensación de que este no está siendo mi año.
-Si te hace sentir mejor, estoy alimentándome a base de polvos mágicos- bromeo, soltando una risita y llevándome la mano al vientre. John sonríe al verme tan feliz y salva la distancia que nos separa para tomar asiento a mi vera-. Dios, qué mal ha sonado eso.
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The Creatures; Origins (1)
FantasyLa aparición de un criptex de forma inesperada devuelve la incertidumbre a la vida de la familia Spinnet, quien lucha contra todo pronóstico por mantener a salvo a todos sus miembros. Una ligera pista les lleva a sospechar acerca de quién puede ser...