Bajo la escalera y camino en dirección a la mesa del salón, donde está Kai deslizando su dedo índice sobre una hoja de contactos telefónicos. Decido ubicarme a su vera para poder ver qué se tra entre manos esta vez. Con el tiempo he aprendido que, cuando mi hermano calla, es porque algo de vital importancia guarda, quizás un asunto que podría comprometer más de una vida. Él siempre ha sido así. Ha hecho durante todos estos años todo lo posible por ocuparse por sí mismo de las adversidades que iban surgiendo. Tal vez lo hiciera por miedo a pedir ayuda o quizás como muestra de superioridad y fortaleza. Fuera como fuese, nunca me ha gustado tener secretos, aunque, inevitablemente, algunas cosas están mejor siendo calladas.
-¿En qué andas metido esta vez, hermano?
-He estado indagando un poco acerca de esa misteriosa pariente y he descubierto algo- señala con su dedo índice un número de teléfono fijo-. Me he tomado la libertad de llamar a todos y cada uno de los geriátricos de la ciudad y adivina qué- enarca una ceja y esboza una sonrisita-. Hay una mujer de avanzada edad ingresada en un geriátrico cercano, que corresponde al nombre de Agatha.
-Eso es imposible. Vimos a Agatha en el ataúd de la cueva. ¿Cómo podría estar en el sitios diferentes al mismo tiempo?
-Cuando está próximo el final de su existencia, su cuerpo se recrea, por así decirlo, en el interior del ataúd, permitiéndole volver a él.
-Deberíamos habernos llevado esa piedra.
-No habríamos conseguido salir de allí si nos la hubiésemos llevado con nosotros- anuncia mi hermano en tono autoritario-. Aún así seguimos siendo el blanco de la diana. La advertencia de la cueva era clara. Vamos a morir en algún momento. Quizás por la profecía o simplemente por el desarrollo de los hechos.
-¿Has hablado con Micelaus?
Asiente.
-Consiguió localizarnos gracias a una bruja que integra el clan. Luego, se encargó de hacerle olvidar todas y cada una de sus palabras.
-¿De verdad crees que, siendo una de las brujas más poderosas que tiene el clan, se limita a obedecer las imposiciones de un vampiro sin hacer nada al respecto?
-No me gusta nada ese aire pesimista.
-Kai, sospecho que han puesto a prueba a Micelaus. A estas alturas, su líder, Ayris debe estar prácticamente segura de que uno de los integrantes de su clan le está traicionando.
-Aún no lo sabemos con certeza- rebate Kai-. No podemos sacar conclusiones al azar sin valernos, antes, de una serie de pruebas.
Medito sus palabras por unos segundos y luego asiento.
-Será mejor que adviertas a Micelaus- le aconsejo, dedicándole una mirada de soslayo, comprobando su estado emocional. Sé que Micel es como un hermano para él-. Dile que no bajes la guardia y que, en caso de que el mal aceche, se marche de la ciudad lo antes posible.
-Hablaré con él en cuanto tenga oportunidad- informa el vampiro, apretando la mandíbula-. Ahora, nuestra prioridad es ir a hacerle una visita a Agatha.
Se pone su chaqueta de cuero negra, me da la espalda y se pone rumbo hacia la salida de casa a buen ritmo, contoneando los hombros. Abre la puerta y se gira hacia mí para hacerme una seña con la cabeza y dedicarme una mirada interrogante.
-¿Vienes o te quedas?
Salvo la distancia que nos separa a gran velocidad, le miro y procedo a bajar las mangas de mi jersey gris con esmero.
-Me ofende la duda, hermano.
Ríe ante mi contestación y me observa atravesar la salida. Se une a mí pocos segundos después, cerrando detrás de sí, y camina hacia el coche de color negro que yace aparcado a pocos metros de la entrada de casa. Él decide situarse al volante, marchando una vez más, su grado de autoridad, y a mí no me queda de otra que tomar asiento a su vera, resignado e, incluso, acostumbrado a este tipo de comportamiento por parte de mi hermano.
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The Creatures; Origins (1)
FantasyLa aparición de un criptex de forma inesperada devuelve la incertidumbre a la vida de la familia Spinnet, quien lucha contra todo pronóstico por mantener a salvo a todos sus miembros. Una ligera pista les lleva a sospechar acerca de quién puede ser...