HomophJEALOUS || M.YG; K. SJ; J. HS

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Apenas a dos semanas de esa visita a la academia de baile y el evento trágico (conocer al marica de Hoseok), mi comunicación con SeokJin ha mejorado. No como en los viejos tiempos, pero al menos ya no nos ignoramos rotundamente.

Vuelve a enviarme mensajes con bromas malas "para que empiece bien el día" y vuelve a preocuparse por mí y por que coma mis tres veces. Sin embargo, no todo es alegría; él no puede pasarse todo el resto del día en mi departamento como antes, casi siempre lo invito y casi siempre me dice que no puede, que me explique sus razones está de más, pero siempre lo hace: quedé de salir con Hobi. La sangre se me sube a la cabeza sólo de leerlo.

Me cambió por él, me cambio por él; lo detesto tanto.

Pero el día anterior me ha dicho que podría venir, así que me pide que vaya a esperarlo fuera de la academia. Una vez que salgo de trabajar, manejo hacia allá y me siento muy contento. Es el primer paso para traer a SeokJin de vuelta, a la nor-ma-li-dad, para que el dúo de amigos más guapos vuelva a escena. ¡Estoy entusiasmado!

Detengo la motocicleta donde me pidió que lo esperara y me quito el casco, lo dejo a un lado de el casco rosa que pertece a Jin; rosa, eso debió haberme dado un pista de sus preferencias desde un principio.

Los minutos pasan pero no me impaciento, sé que he llegado antes de la hora acordada, extraño en mí ya que siempre suelo llegar tarde. Espero con el casco de SeokJin en mano mientras echo un vistazo a nuestras conversaciones en mi celular. Sonrío como bobo, hablar de nuevo con Jin me hace muy feliz.

Escucho a alguien acercándose, pensando que se trata de Jin, le ofrezco el casco y no dejo de sonreír. —Póntelo y vámonos, tengo muchos planes para...— Levanto la vista hacia la persona que se acercó y mi sonrisa se borra, es reemplazada por el peor gesto de molestia que tengo. El feo, el raro, el puto, el marica, el roba-amigos, el causante de todas mis desgracias.

—Oh, claro, guapo. Me encantaría escapar contigo— Sonríe el muy idiota y va a agarrar el preciado casco rosado, pero lo impido, abrazándolo fuerte. —¿Prefieres que use ese otro?

Ruedo los ojos. No voy a hablar con él. Espero a que entienda el mensaje que le manda mi silencio y que se largue de una buena vez, pero no lo hace, se conserva de pie a lado mío, con un gesto de miedo. Nunca había visto una sonrisa tan grande y aterradora. ¿A qué hora vendrá Jin?

—¿Ya nos vamos?— Dice sonriendo aún.

Lucho por ignorarlo, pero mi boca se abre sola. —Lárgate de aquí.

—Oh, qué grosero. Jinnie tenía razón.

—Creéme, me estoy comportanto en estos momentos— Hago caso omiso a la forma en la que ha llamado a Jin para no explotar.

—Ni siquiera me conoces, ¿por qué pareces odiarme tanto?— Hace un gesto extraño, fingiendo tristeza. —Ah, ya sé. ¿Es porque te quité a tu novio?

Aprieto los puños. No puedo golpearlo, no puedo. Es un maricón, seguro que la comunidad de ellos me caería encima, pero ellos no me importan, Jin sí, Jimin sí, NamJoon sí, Taehyung sí, y ellos no verían bien que lo hiciera. Por más que desee, no debo.

Lo ignoro. Él ha entendio al fin, suspira derrotado. —Me encanta. Jin también me ignoraba al principio y míralo ahora— Da un paso listo para irse al fin. Lo mato, lo voy a matar lo haré. Me saca de mis pensamientos cuando pone su mano asquerosa sobre mi hombro y guiña el ojo izquierdo. —Nos vemos, Yoonnie. Cuida bien de mi novio, mi Jinnie— Dice con burla y se larga al fin.

Tengo ganas de encender mi moto y pasarle encima, no puedo, me repito.

Jodido marica. Tendré que quemar mi chamarra favorita.

Jin al fin se digna a aparecer. Me abraza y me obliga a usar el casco rosa. Vuelvo a sonreír. Paso un día genial con él y el mal rato que eso me hizo pasar, pasa a segundo plano.