8. "Punzada".

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Zuko se sentía ligeramente incómodo ante ello y aún así no decía absolutamente nada.

Se sentía en extremo incómodo ante aquella punzada que sentía en su pecho -para ser más exactos su corazón-, cada vez que Toph siempre era ayudada por personas... generalmente chicos.

Él siempre estaba con ella para ayudarle con lo que necesitara, aún si Toph fuera lo suficientemente capaz para hacer lo que fuera por su cuenta; pero nunca faltaba alguna persona en querer ofrecerle ayuda que la azabache consideraba innecesaria.

Nunca se sentía incómodo cuando la persona que le ayudaba era, por ejemplo, una mujer o una chica; pero el problema siempre recaía en que así como nunca faltaba la ayuda, nunca faltaban lo chicos que se acercaban a ella.

Chicos lindos.

Le tomaban de la mano o le acariciaban el cabello. Además de sonreír de manera "coqueta" aunque la más baja no les mirase.

Y Zuko odiaba esas situaciones.

Zuko odiaba a los chicos que se acercaban a Toph y le ayudaban, porque sólo él -y el padre de la ya mencionada- tenían derecho a ayudarle siendo varones.

Zuko odiaba las punzadas que sentía en su corazón.

Pero más que nada, Zuko odiaba a los chicos atractivos.

...

N/A: Para Alicia.

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