30. Te amo.

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Toph se siente extraña desde hace varios meses.

Se siente asqueada, confundida e irritada con ello.

Suspira de vez en cuando, pensativa y estresada con la situación tan malditamente extraña para ella.

La situación estaría mejor si Zuko no tuviese que estar pegado a ella desde el mediodía hasta las siete de la noche, desde lunes a viernes.

La situación estaría mejor si no tuviese que oír su respiración a cada segundo y sus extrañas carcajadas en forma de suspiros que suelta cuando ella le dice algo, por lo general bobo y sin sentido.

Se siente nerviosa y asqueada de ello.

...

ー "Caroline, te amo... O al menos creo hacerlo, ¿Qué es el amor realmente para ustedes los humanos? Quizá nunca lo sepa, mi sistema me lo impide; pero creo poder entenderlo, a mi propia manera, creo que te amo. Caroline..., ¿Tú me amas?"ー Lee en voz alta el azabache mientras hace un extraño tono de voz; más intelectual que de costumbre, Zuko lee aquella novela que Toph tanto ama.

Richard, el personaje de aquella novela, un androide único en la vida, es capaz de sentir emociones y cree entender a su propia manera entender el amor, por lo que Toph, confundida se pregunta qué es el amor en sí.

¿Amor es lo que siente por Zuko?

¿Cómo podría Richard, un personaje ficticio y carente de humanidad, saber más sobre el amor que la misma Toph?

Toph se queda callada mientras se sumerge en sus pensamientos y propias cuestiones.

Zuko se mantiene en silencio y le mira unos instantes, sin cambiar la inclinación de su cuello al leer; la imagen del mayor sencillamente se vería celestial ante Toph, pero sencillamente para ella esa imagen es inimaginable por el simple hecho de carecer de vista.

¿Tú me amas?

Toph escucha aquellas palabras con la voz de Zuko y aunque sabe que aquella pregunta no va para ella, siente deseos de contestar de forma positiva.

Sin embargo, Zuko continúa la lectura e interrumpe sus vagos pensamientos.

ー "Carolina duda acerca de su respuesta. ¿Qué era lo correcto de decir? Sabía que Richard decía una verdad absoluta en su cabeza, pero ante ella no eran más que mentiras. Evangeline, le hacía decir mentiras y Richard no lo sabía, después de todo, ella había sido su creadora, su Dios prácticamente y ella, había decidido a quién él debía amar. ¿Estaba mal que ella le correspondiese aquellos falsos sentimientos? No lo sabía con exactitud, pero lo que sabía era que... Los seres humanos son terribles, son egoístas y deseosos de amor, por ello, se sintió aún más humana cuando le contestó a Richard, con un simplón y frío asentimiento".

Toph se concede a sí misma el silencio y cuando el libro hace un sonido sordo al cerrarse tan sólo atina a respirar aún más tranquila y fingir que su corazón no saltó por un instante.

Cuando Zuko se levanta lentamente y permite que su perfume se disperse por toda la habitación de Toph, la contraria tan sólo atina a aspirarlo con sutileza.

ー ¿Quizá deberíamos ir al jardín unas horas? Debes estar cansada de estar aquí encerrada. Tomemos un descansoー. Afirma con suave voz mientras sonríe.

Toph se siente asqueada por el propio latir de su corazón.

Por aquella adrenalina que llena su cuerpo cuando Zuko tan sólo le habla, sus ciegos ojos no le permiten ver al contrario, y aún así ella se permite imaginar la belleza del contrario.

De igual forma, al levantarse, se permite imaginar que se arma de valor para decirle:

Te amo.

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