One Shot's ToKo

27. Amanecer.

Habían estado destinados incluso antes  de nacer.

¿Por qué?

Porque ya se habían conocido antes, en su vida pasada; aquella vida pasada llena de falsas esperanzas, en la cual, formaban parte de un amor prohibido por su mismo Dios (al menos eso creían), pero a pesar de saberlo, jamás lo terminaron.

Intentaron completarlo, casándose.

ー Y sí padre no acepta mi decisión, no me importaー. Había afirmado ella con total decisión.

Zuko entiende sus palabras, o al menos eso cree, pero quiere estar seguro de que lo que piensa es real, es tangible y verídico, así que se anima a preguntarlo:

ー ¿Te atreverías a huir conmigo?

Él mismo se queda seco ante aquello que preguntó, sus miradas se cruzan y aunque Toph es ciega de nacimiento, por alguna razón  pareciese que sabe hacia donde están los ojos del contrario.

La más  baja alza sus manos y sin temor, sin miedo o timidez alguna, acaricia el rostro del contrario con sus falanges:ー Creo que eso debí preguntarte yo a tiー. Susurra al comenzar a acariciar el cabello  del contrario, al príncipe del Reino del Fuego, Zukoー. Me atrevería a decir que tú eres el menos valiente en nuestra relación.

El mayor atina a reír  de manera silenciosa, se atreve a juntar su propia frente con la menor; Toph es más baja que él, pero aquello no le molesta, no cuando su pasatiempo favorito es agacharse  para abrazarle.

Lo que no sabían ambos en aquellos momentos era que un guardia les escuchaba a escondidas; oía sus  planes y planeaba decírselo  al rey.

Pero ellos eran felices, planeando huir en caso de no ser aceptados, sólo  por ser de diferentes tierras.

Desconociendo su trágico  destino de morir a manos de guardias del reino Fuego, justo antes  de partir al amanecer.

Así que cuando Zuko y Toph cruzan miradas en aquel enorme aula de clases, ambos sienten aquella chispa provenir de sus ojos, un "click" inevitable y sin saber por qué, ambos sienten que deben ir a algún  lugar, juntos...

A observar el amanecer.