24. "Ruidoso".

987 122 7
                                        

Los pájaros han comenzado a cantar de manera rudiosa, más que avisar que ya es de mañana, pareciese que estaban peleando unos con otros; cantando de manera frenética y revoloteando de un lado a otro, pero, Zuko no le presta atención a ello, no porque no le interese, tan sólo es porque no lo nota.

Se levanta de manera rápida, no le quedan muchos días, a ninguno de ellos. Faltan pocos días para el día en que el Avatar Aang debe enfrentarse a su padre, el Señor del Fuego... Con sólo recordar ese hecho, Zuko se siente ligeramente temeroso, nervioso y hasta con deseos de vomitar.

Su padre, aquel que le ha hecho tanto daño, aquel al que deseó enorgullecer en algún punto de su vida, al costo de forzarse a intentar arrebatar la vida de muchas personas, finalmente resultaba ser su más grande enemigo y ahora, tenía un equipo.

Ya ha salido de su tienda de campaña, aún ligeramente adormilado y se siente algo mareado, por lo que decide sentarse unos momentos en una de las enormes rocas que estaban en aquel amplio lugar.

Un lugar montañoso por el que corrían unos cuantos ríos y no había nadie que les molestase, sin guardias, sin posibles enemigos.

De pronto, un enorme estruendo le despierta mejor que el mismo cantar de las aves. Da un ligero movimiento de hombros señalando que se asustó un poco y decide ir a ver qué es lo que ocurre.

ー ¡Oh vamos; Pies Ligeros!, ¿De verdad no te ha servido nada entrenar conmigo?ー grita Toph de manera ruidosa mientras lanza diversas rocas de gran tamaño hacia Aang.

ー ¡Es que vas muy rápido!, ¡Lanza una roca a la vez o algo!ー grita con voz temblorosa el chico que se enfrenta a ella.

Zuko se encuentra observándolos de manera sigilosa y confundida unos minutos, hasta que una voz llega detrás de sí.

ー Ya has despertado.

Zuko se gira para mirarla y se encuentra con una sonrisa amable de Katara hacia élー ¿Qué hora es?ー pregunta mientras regresa la mirada a los que se enfrentan de manera torpe.

ー Quizá las nueve o diez de la mañanaー. Contesta Katara aún sonriendoー. No te habíamos despertado porque Sokka fue por provisiones para estos últimos días.

Zuko nota como de pronto la mirada de la contraria se vuelve ligeramente triste de poco a poco. Sabe perfectamente a que se refiere.

No solamente él está preocupado por lo que pasaría en el encuentro final y definitivo contra su padre; todos lo estaban. Incluso el mismo Avatar, a pesar de que en aquellos momentos se encontraba riendo junto a la azabache más joven de su grupo.

ー ¿Sabes desde qué hora están jugando?ー quiere desviar el tema Zuko, refiriéndose a Toph y Aangー. Pensaba despertar más temprano para entrenar con él, pero parece ser que me han derrotado en ello.

Katara ríe ligeramenteー Llevan no más de dos horas jugando. Toph no estará en su límite, pero te aseguro que Aang sí.

Zuko entiende las palabras de la contraria y nota como su mirada se posa en los dos que se encuentran entrenando, no se niega a imitar el gesto de Katara, así que se gira para mirar de nuevo a aquellos dos y no puede evitar pensar que la de ojos grisáceos realmente podría llegar a ser todo lo contrario del estereotipo de una chica ciega.

Es pequeña, no parece ser muy fuerte y si su memoria no le falla, cree reconocer su apellido; de una familia adinerada y de buena posición; sin embargo, en aquellos momentos se encontraba realizando sus típicos movimientos para utilizar su tierra-control; atacando sin piedad al Avatar, quien claramente tenía un problema para esquivar sus ataques.

One Shot's ToKo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora