Compromiso Tedioso

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Si el viento interviniera para trasladar mis pensamientos hacia otra persona, si tan sólo me hubiera preparado mentalmente para lo que vendría a continuación, otra seria la historia. Ni el andar con mi agenda bajo el brazo, me ha servido, otras veces apunto al milímetro mis acciones, de esa forma puedo saber que tengo que hacer y en que momento. Una lista de preguntas rápidas, sí, eso haría más amena esta reunión.

Los minutos pasan en mi departamento; he abierto las ventanas y las cortinas, quien sabe la luna me pueda inspirar y darme lo que necesito para enfrentarme a una persona.

Una chica castaña esta sentada en el sofá, Siento su presencia tan cerca, y el calor que emana de su cuerpo me asfixia. Al principio se reía y hablaba de cosas sin sentido, luego comenzó a ver el techo y todo el ambiente de mi casa; pensé que diría algo sobre el lugar mas se limito a asentir con la cabeza.

Ella estaba con unos jeans algo rasgados, creo que le gusta tener un estilo medio casual, sus zapatillas me gustaron mucho, recordé que hace unos años tenia unas “converse” azules iguales, en cuanto a la parte superior de su vestimenta, un polo sencillo blanco, un blazer negro que la abrigaba en este invierno. Era interesante como estaba inquieta aún al estar sentada. Buscó el control remoto del televisor y pasaba cada 2 segundos de canal, sin detenerse a observar ningún programa.

Yo sé que me toca a mí hablar, ella ya cumplió en solucionar una parte importante de este problema, me reclamó todo. En cuanto a mí, no dejo de hacer muecas extrañas, converso en mi cabeza, buscando la forma de hacerle frente y ya que nos queremos ¿Por qué seguimos tan calladas? Me recuerda una película que vi hace poco,  uhm… como si hubiéramos vivido juntas años tras años; ella se toma el “siéntete como en tu casa” muy en serio; juega con las almohadas, mueve el pie continuamente, se cambia de lugar a cada rato, mi mira, sonríe, sigue por ahí; último me preguntó donde quedaba la cocina, y se fue a buscar algo para tomar, trayendo consigo un vaso de jugo extra, me comienzo a sentir como si yo fuera la visita en su departamento.

Sé que antes tenía planes de que cuando estuviéramos a solas, veríamos una película pero primero esta resolver este embrollo, y si decide irse ya, uhm…es tarde o podría invitarla a quedarse, tengo cuarto de huéspedes…Aunque, jejeje ella quería conocer mi habitación, porque negarle tal placer. Si esta todo ordenado y limpio, salvo por un par de prendas que olvide colocar en el closet. Hace frio.

Debe haber un manual o guía para principiantes para hablarle a la chica que me gusta, puedo ser muy buena conversando me lo han dicho mucho mis amistades. Sin embargo, cuando estoy nerviosa o enamorada, nada me sale bien. Me quedo “viviendo” en mi imaginación y lejos de la realidad.

Ahm… yo – Me propuse hablar, cualquier cosa que pase por mi cabeza es mejor que el silencio - ¿Puedes apagar el televisor?…yo, yo quiero conversar contigo

No dijo nada. Me observó e inmediatamente presiono el botón de “power”; se acomodó para estar frente a mi, y eso fue lo peor…no me gusta que me miren fijamente, no, no es nada bueno para mi. Ella me intimida.

Bien, ¿de que hablaremos? – Su voz angelical y las sonrisas que me regalaba, me paralizaban. Que bella es Cris, quiero, quiero besarla – Mía… ¡ey Mía! reacciona.

Ehh…beso…si…jajaja, voy…voy por un vaso con agua...jeje – Me levanté impulsivamente directo a cualquier lugar para esconderme a mi y mi sonrojo, porque me quedé viendo sus labios, ¿por qué? – regreso… ya regreso.

Jajaja…uhm...invéntate una excusa más creíble, acuérdate que te traje una bebida, la cual por cierto ni la has probado – Mientras entraba a la cocina, ella se reía fuertemente de esas reacciones tan tontas que me provoca – Mira que fuiste tú quien me dijo que apagara la tv para hablar.

Relatos de Cristal: ReencuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora