Sin Palabras

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La luz de un nuevo día ilumina toda mi cama; me olvide cerrar las persianas en la noche. Ahora que ya me interrumpieron el sueño, dudo que vuelva a dormirme. Abro los ojos aún con pereza, resignándome a tener que despedirme de mi camita tibia; observo mi closet semi abierto uhm… esta algo desordenado. ¿Desde cuando ya no coloco las cosas en su sitio? Me ha afectado su presencia, ¿es eso? Dos semanas. 14 días se cumplen hoy, de aquella fatídica conversación y la ultima que se relaciono con “amor”.

Muevo la cabeza en ambas direcciones, para que esas ideas melancólicas no regresen. Por lo menos, es agradable verla cada mañana sonriendo al verme, y con sus ocurrencias…jejeje su humor a mejorado bastante. Tal vez se debe a que su madre vino a verla hace 5 días, y no solamente ella si no también su hermana. Uhm… esa chica no me quitó los ojos de encima durante toda la reunión que tuvieron; yo no quise participar pero… pero Cris me pidió acompañarla. Si conmigo sentía mas confianza, bueno, no importa que Mariana quiera matarme en mi propia casa.

La madre de Cris es muy tranquila, se parecen mucho. Aunque me sorprendió que no fuera también castaña como su hija, supongo que el color del cabello es un rasgo que heredo de su padre. Lamentablemente no se que es de él, y no me sonó apropiado interrumpir su reunión familiar para inmiscuirme, o curiosear sobre el paradero del papá de la comunicadora.

Después de largas horas de charla, Cris le contó su historia a su mamá, se sorprendió bastante, al todos estos años estar tan ajena al mundo de su hija. Cuestiono la actitud de Mariana, especialmente de ocultarle toda la información; y le dejo bien claro que no debía meterse en la vida de su hermana menor, fuese por el motivo que pensara es correcto. Lo que menos deseaba es que Cris se apartara de su familia, como lo había venido haciendo esos días. Respecto a si aceptó el hecho de que a su niña le gustaran otras niñas, pues… es algo que no lo aclaro. Sin embargo, lo importante es que le reitero su apoyo y su amor incondicional.

Me alegre mucho cuando madre e hija se abrazaron; eso le hacia falta a Cris, poder sentir confianza y que nadie la iba a rechazar. Lo que me enredó y me dejó en “shock”, es cuando la Sra. Laura, la mamá de esa niña, me preguntó si era la pareja de la comunicadora. Recién recuperándome de la forma en que ella “termino” conmigo, y me salen con eso. ¿Broma del destino? Ni idea. Por suerte fue Cris quien se encargó de dejar claro, que yo sólo soy una amiga de ella y que viviría en mi departamento por un tiempo, hasta que consiguiese un empleo parcial para poder pagarse su propio piso. Uff… “Amiga”

Si de mi depende, no es necesario que trabaje para mudarse; me guarde mis comentarios en esa velada. Al casi finalizar, la madre de Cris quiere que sus hijas se lleven bien, como antes. Dudé muchísimo en ese instante, ¿podrían dar origen a la tercera guerra mundial? Mariana es alguien que no da su brazo a torcer en sus ideas y conceptos, mientras Cris… es Cris. Terca a más no poder.

A regañadientes se dan la mano en señal de parar las “hostilidades”. Mariana quiere a su hermanita pero no la acepta; Cris sé que adora a su hermana mayor pero sigue con resentimiento por lo sucedido. ¿Cómo acabara? El tiempo será el jurado; si estas dos chicas limen sus asperezas.

Luego de presenciar todo ese evento; me quise ir a descansar porque al día siguiente el trabajo me esperaba, puntualmente. Sin embargo, Cris me convenció de amanecerme con ella viendo un par de películas de terror. En algunos minutos pensé morir durante esas escenas macabras… y la comunicadora sólo se carcajeaba como si el hecho de que un psicópata, te corte en pedacitos no diera miedo. ¡Esta loca!

Relatos de Cristal: ReencuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora