Memorias Nocturnas

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Clap! Clap! Clap!

Ahhh…. Uhm… uff… ahhh

Clap! Clap! Clap!

Medianoche, el sonido constante de algo golpeándose contra la pared, uno, dos, tres y empieza… Clap! Clap! Clap! Y ahora toca el ruidito de voces, o mejor dicho una voz, se escucha suave, lenta en ratos, después se agita, y se vuelve casi imperceptible, en ese lapso de tiempo cierro los ojos para dormir pero entonces, arremete con fuerza “ahhhh…si, ohh si…uhm… sigue” o las risitas ocultas, ¿que pensaran? que no despiertan a nadie con todo ese espectáculo.

Me estire nuevamente, miraba el techo de mi habitación, uhm… desde hace unos días se ha vuelto como mi casa. Hogar no es el lugar donde naces y te crías, es donde compartes con las personas que quieres. Lo comprobé, me gusta este departamento, saber que finalizada mis clases en la universidad tengo este espacio tan mío… tan personal, y en mi desorden las cosas están donde tienen que estar.

Al inicio pensé que sería extraño, me encontré con mi hermana un par de veces cuando iba a clases, el estar en el ascensor sin decir nada, esperando que se abrieran las puertas para salir cada una a su destino. Incómodo. Una parte de mi quiso saludarla, y dejar de lado el mal que me ocasiono, sin embargo cuando las palabras están a punto de escaparse de mis labios, llega el recuerdo de la frialdad con la cual me comento que jugó con mi vida, que ahuyentó a la persona que amaba para que según sus conceptos sea alguien “normal”.

Mi normalidad, mi bienestar, el ser feliz, lo condiciono ella... pensé que era más inteligente pero me decepcionó. Lo que me interesa a estas alturas es que me devuelva esa carta que me mostró hace un tiempo, puedo ir directamente y exigirle su devolución, no tenía derecho a leerla… uhm y ni preguntarle a Mía de que se trata. Sé que la jodí bastante, ¿por qué la encontré en ese momento? Sigo imaginando esa noche, que cruda es la verdad. Uno no piensa antes de hablar, fue tan confuso, todo se mezcló. Ella fue tan paciente, tan buena, me aguanto tanto, y luego de seguramente romperle el corazón, me mudo a su casa. Me falto tacto para no herirla con mis dudas.

Resolví el problema, ¿cómo tener a dos personas en el corazón? Esa noche le di tantas vueltas a la cama, me levantaba y acostaba, me senté en el piso, caminaba, termine cerrando los ojos y soñé con un reencuentro con Claudia.

Era idílico, verla y quedarme sin respiración cuando entre a la habitación. En sus pupilas descubrir el sentimiento que se quedó en “pausa” durante años, tal vez no me olvidaría. Y mi amor despertaría con tanta fuerza, que me sorprendería no haberla buscado. Esta vez el rechazo no sería aceptado. Se alejó de mí, yo la aparte de mi corazón, de mis pensamientos… sus labios, su mirada, y entonces se transforma todo, y tengo un suspiro involuntario, una opresión en el pecho; mi mirada va a la pared frente a mí, en el otro cuarto debe estar Mía, sus gestos, como me abrazo, su torpeza, me hace sonreír. La necesito. Dormir esta madrugada con ella abrazándome, sentir su respiración cerca de mi piel, y el cómo me observa, sus sonrojos… su nariz, su boca, su cuerpo. Su ser por completo.

Ahhh…shhhh baja la voz

Tras! Tras! … shhh… tras! Tras!

Jujuju…ahhh Cambiamos de posición, ¿quieres?

Joder!, me interrumpe los pensamientos dulces que se formaban, y cambia por deseos de hacer que no hagan ruido, ideas, …Joder! Joder! No está pasando nada, ella no haría algo así sabiendo que duermo tan cerca…uhm… no claro que no, esta tipa se está aprovechando, quiere molestarme, que me enfrente con ella uhm pero porque le dijo que bajara la voz… ¡Mierda!, jamás se acostaría con Yael, claro que no. No y NO.

Relatos de Cristal: ReencuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora