Destellos de Inocencia

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Tres horas en este lugar, he sentido que mi cabeza va a estallar.

Soportar estar aquí hasta las 6pm es algo agobiante, ahora que recién empiezo nuevamente mis investigaciones de índole ambiental…no deseo mover ni un dedo para teclear, o mirar la pantalla del computador.

No se cómo me arrastre de la cama hacia la ducha y luego cambiarme de ropa para venir a trabajar. Por inercia llegue a la oficina, no recuerdo si salude a mis amigos y amigas, ya que para mí lo único que buscaba era un rinconcito en algún mueble para poder cerrar los ojos y completar mis horas normales de sueño.

Me recuesto sobre el escritorio, y sin querer unas imágenes me perturban la mente… mi niña Cris ¿Qué estarás haciendo?, hoy nos veremos cuando salga del trabajo, por ello necesito recuperarme del cansancio para completar lo de ayer jujuju. Cierto, tengo que terminar primero con Alberto.

A regañadientes me separo del confortable espacio que acomode, para servirme de cama, los informes que utilice como almohada temporal. Intento coger el teléfono pero un bostezo largo me obliga a cerrar los ojos. Suerte para mí que justamente hoy mi jefa salió temprano y no regresara hasta pasada las 4pm. Bueno eso me informo Erika hace un rato, cuando sorpresivamente me asusto.

Logro marcar el número de Alberto, no sin antes sobarme la vista y beber un poco del café que deje al lado…uhm, ¡esta frio!

Hola Alberto, ¿Cómo estás?... este, mira yo – Me interrumpe el chico haciéndome recordar de mi bolso – ah sí, entonces tú lo tienes…bueno, si gracias.

Quiero hablar contigo, no sé si puedes en la noche…si, tienes razón jejeje hoy comencé a trabajar nuevamente – Estaba logrando hacer que me pierda de mi objetivo, lo escuche algo triste por el auricular – ya se, si… si ayer estaba algo alterada, y bueno mejor conversamos bien en la noche  ¿Te parece?

Si, si esa hora… uhm, preferiría ir a algún otro sitio, oh ya veo, mejor en esa cafetería  - Me invito a su casa para conversar, pero no acepte  - está bien, no hay problema, te veo allí, envíame la dirección exacta en un sms, please.

Cuídate, jejeje...si, gracias, y no te olvides de llevar mi bolso – termine de despedirme del primo de Cris.  – Bye

Desde mi asiento me estire un poco para “sacarme” la pereza, mientras lo hacia una sonrisa apareció en mi rostro al pensar en mi inspiración. Tenia muchas ganas de llamarle, y ya que no hay nadie que controle si trabajo o no…juju… aprovechare el momento.

Uhm…suena el teléfono pero nadie contesta. Repito la acción y marco su número, esta vez escucho la voz de la contestadora. Ayer contesta su celular cuando estábamos ocupadas y ahora que le llamo, nada ¡ay esta niña! Me da cólera.

Ultima vez que intento llamarle, suena, suena y por fin alguien me contesta.

Alo… ¿quién es? Ahhhh… – esta que duerme al teléfono….jajjaja me da mucha risa mi amor – es muy temprano.

Hola…uhm… lo siento por despertarte, ahm es Mía, si quieres te llamo desp… – No me dejo completar la oración.

No, no esta perfecto…jeje  más bien gracias, si no me despertabas creo que no iba a ir a clases en la universidad – La escuche mas animada a Cris, lo que provoco que me alegrara y me relajara al conversar – y… ¿Qué haces?

Bueno yo estoy en mi trabajo, como no esta mi jefa…uhm, me vinieron ganas grandes de hablarte – Su risita al otro lado del teléfono, me emociono y aunque ella no podía verme baje la mirada y jugaba con mi otra mano, con un par de lapiceros – jajaja…ahm, yo… yo quería saber si, bueno tal vez en la noche…tu – Me costaba tanto armar una oración. Regla básica: Sujeto + Verbo + predicado. Uff… que tedioso.

Relatos de Cristal: ReencuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora