La puerta esta que suena desde hace rato, y ya sin ninguna esperanza de que se vaya el o la visitante, me aproximo a ver de quien se trata. Eso es lo malo, cuando una quiere estar sola parece que el mundo no se entera y viene mas gente de la que puedes aguantar.
Mujer… ¿Qué tienes?...ya pensaba tumbar la puerta – Una chica alta, con el cabello recogido en una coleta; ingresa a mi triste vivienda – OMG…que son esas pintas y este lugar es un… ¡muladar!
Bueno, acepto que no esté arreglada pero cómo podría estarlo cuando aun no sanan mis heridas emocionales. Llevo una semana encerrada en mi departamento, el teléfono fijo no a parado de timbrar, lo mismo con mi móvil; suerte que puedo evitar revisar mi correo electrónico, seguro debe haber colapsado. Ahora que me fijo bien, uhm…tiene razón Andrea, en que momento mí ordenado, pulcro y sacrosanto hogar se convirtió en esta pocilga.
Pero háblame Mía…no te quedes así – Se encarga Andrea de cerrar la puerta e invitarse sola a entrar a mi sala – llevo días intentando comunicarme contigo…es como si quisieras desaparecer del mapa.
Esa es una opción Andrea – le contesto sin ganas, a la vez que regreso a mi sofá, estos días lo he transformado en mi cama, en mi escritorio, en casi todo – y que te trae por aquí…
Se acomoda en otro de los sofás, y deja su bolso a un lado. Por como esta vestida diría que afuera sigue haciendo mucho frio, lleva puesto una bufanda, unos guantes, una chompa gruesa, y los clásicos jeans.
Con Andrea hemos vivido tantas cosas, no soy de las que creen en eso de tener “mejores amigas” pero ella esta cercana a ser algo así. Nos conocemos desde hace años, la hermana que nunca tuve y ahora si Joaquín aceptaba…muy pronto mi futura cuñada.
Mía, pero… ¿Qué pasó? No nos vemos en un tiempo por el viaje que hice…y ahora que regreso para tú cumpleaños estás así, con una depresión que se huele en el ambiente – Me mira toda exasperada. Uhm…Es cierto…hoy cumplo 23… no me acordé – por cierto, aquí esta tu presente y ¡FELIZ CUMPLEAÑOS!
Mas por compromiso y educación le recibí el regalo y agradecí el saludo…quise colgar una sonrisa en mi rostro pero es imposible, mis músculos faciales no quieren moverse.
Gracias por el regalo – Añadí. Al tanto que lo dejaba a un lado de mi mesa de centro de la sala - ¿Que tal tu viaje?
Me eché en el sofá e intente taparme con una manta; alcancé una de las almohadas para cubrirme el rostro…sería el vigésimo quinto intento de asfixiarme sola. ¿Sucederá por fin?
No me cambies de tema; te conozco demasiado para no darme cuenta que estas moribunda – La voz de Andrea me dice que no piensa irse hasta averiguar que tengo- es como si quisieras que se volviera un cementerio tu departamento.
Esto requiere medidas extremas por lo visto – habla toda convencida Andrea. Me quito la almohada para ver que hace mi amiga. Esta buscando algo en su bolso.
Joaquín, puedes venirte un momento a ver a tu hermanita…- Habla por móvil y ya se con quien… ¡oh no! Mas gente en mi casa…no, no. ¡No lo soporto! Le hago señas con las manos para qué cuelgue sin embargo es inútil hacerla entrar en razón – Si, si…me abrió la puerta después de casi una hora, imagínate eso. ¿Entonces vendrás?
Le lanzo mi almohada para que desista de hacer venir a mi hermano; me llevo bien con él pero no estoy en condiciones de recibir a la familia. No tengo corazón, no tengo vida, mi alma la perdí. Y me doy cuenta de las miles de hojas que están por el suelo, ¡wuau! …creo que quise formar una alfombra de todos los escritos y dibujos que realice para sacarme la tristeza.
Por fin desconecta el teléfono, y lo guarda nuevamente en su bolso. Justo tenia que ponerse toda cariñosa con “mi hermanito”, alguien que esta con penas de amor no desea que se pongan con los jueguitos de: “mi vida, cuelga tu primero…no tú…no tú…mi amor cuelga…”
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Relatos de Cristal: Reencuentro
RomansaContinuación de Relatos de Cristal. Ya llevo varias semanas sin poder dormir, mis ojeras se pueden observar tan fácilmente y por si eso no fuera poco, estoy a punto que me despidan del trabajo.... ¿Por qué?, por alguien que se cuela en mis pensamien...