Primera Cita

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Me gusta mucho mi departamento, ahora lo analizo con mayor detenimiento. Los colores pasteles con los que están pintadas las paredes, mis persianas que cuelgan en mis ventanas, el aire fresco que ingresa…onceavo piso. Tendré que alistar todas mis cosas para la mudanza, los cuadros que me han acompañado, el adorno sobre mi mesita de centro, ese que se rompió el primer día que me mude.

Tengo recuerdos en esta casa, salir del trabajo y llegar aquí a descansar, invitar a los amigos y amigas a tomar unos tragos, pasarla genial. Las primeras noches que dormí en este departamento fue gracias a la compañía de Andrea, soy algo miedosa y ella se quedó hasta que me acostumbrara.

Mía, aquí tienes tu vaso – Me alcanza Alberto el Whisky, el esta sentado en el otro sofá – ahora falta el motivo para brindar…

Brindemos porque me voy, porque quiero recuperar mi personalidad, y sobretodo brindemos para que ella sea feliz.

Uhm…elije tu el motivo – Le respondo y tengo la mirada en el vacio - yo sólo quiero tomar.

Jajaja…entonces brindemos por nosotros – Volteo a mirarle y pegar el vaso contra el de él – por conocernos mejor de aquí en adelante.

Hecho el tradicional brindis, bebí todo el alcohol sin soltar el vaso ni que se desperdicie una gota de licor; quemaba un poco al entrar en mi organismo, los cubitos de hielo fueron esenciales. Disipaba mis dudas y me animaba a ver un mañana mas alegre en esta madrugada olvidada.

Me sorprendes, tenias mucha sed ¿cierto? – Me limito a asentir y darle mi vaso para que sirva la segunda ronda. Creo que va a faltar muchas botellas esta noche.

Me percaté que la música era muy suave, de esas relajantes que te incitan a acercarte a tu pareja y terminar cualquier conversación en una cama. Así que cambie el ritmo y coloqué algo mas fuerte, nada mejor que metallica para celebrar con un amigo, porque Alberto no era mas que eso, un amigo que es primo de la chica que me gusta.

No sabia de tus gustos musicales…jejeje – Se ríe y ladea la cabeza – Mía, ¿Cómo pinta esta noche? – Pregunta al tiempo de servir más whisky en mi vaso, él ya sabe que me gusta con dos hielitos.

Uhm…interesante – Sonrió y atrapo un cojín para abrazarlo contra mi - ¿y tu que opinas?

*** ***

Tengo preparado las películas, comenzamos con un maratón del exorcista, luego “saw”, después esta última que ha salido…uhm ¿te acuerdas el nombre? – Le digo a Karla mientras camino hacia la sala, meditando sobre esa película - ¡vaya! el nombre era tan fácil y ahora ni recuerdo con qué empieza.

¿Crees que así de fácil puedes cambiar el tema? – La escucho decirme eso, y volteo para que sepa que le presto atención – Aún no me dices que te pasa, Mariana a estado preocupada por ti, me ha llamado para saber que sucedió en tu cumpleaños, todo el grupo a querido comunicarse contigo y tu simplemente con el móvil apagado… ¿Crees que es chiste?

No es el mejor chiste que he escuchado en mi vida… pero te daré una puntuación de cinco – Le doy una suave palmada en el hombro y sonrió tranquilamente – nos va a faltar tiempo Karla, apura y acomódate en el sofá, tengo lista las gaseosas en la nevera…jojo amaneceremos con gripe y ojeras.

Cris, ¿Podrías tomar en serio lo que te digo? – Se acerca a uno de los sillones a sentarse, cree que con hacer muecas de bebe chiquito yo hablaría de mis cosas – vamos, ¿no me consideras tu amiga?

A regañadientes le digo que si, no me gusta que traten de jugarme al sentimiento. Si decido no hablar de algo es mi problema pero quiero mucho a Karla, ha estado conmigo desde lo que me pasó con Claudia, jamás se enteró de que cuando me conoció, yo estaba sufriendo porque una chica me rompió el corazón.

Relatos de Cristal: ReencuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora