Adios "Ishto"

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Camino por este amplio sendero elaborado por piedras, las luces están algo opacas y eso dificulta encontrarla. Para el colmo este parque esta catalogado como uno de los más grandes en mi ciudad. Justamente tenia que venir a internarse a este “bosque”.

La lluvia no ha parado en varias horas, he traído conmigo una chaqueta extra para dársela a Cris en cuanto la vea. Se debe estar congelando. Uhm… mi niña que estés bien, no dejes a la tristeza apoderarse de ti. El frio ha llegado hasta mis neuronas, dándoles hipotermia. ¿Dónde estas?

Un par de vueltas por el mismo sitio, ni si quiera por la forma de los arboles soy capaz de diferenciar si ya pase por ese lugar. Comienzo a pensar que podría dejar migas de pan para no equivocarme... Ahora que veo bien, el parque es algo tenebroso, mmm no me arrepentiré, y seguiré…

Detrás de unos arboles frondosos, la silueta de una joven “peleando” con uno cabina telefónica atrajo mi atención. Uhm… tal vez es Cris. Me acerco despacio, ya que si se trataba de alguna loca, prefería que fuese mi niña.

La observe con todas sus imprecisiones, se mueve de un lado a otro. Todo lo que me percato es que esta temblando, voy por ella sin vacilaciones.

Cris… - La llamo suavemente para no alterarla. Gira su rostro y me mira. Yo también lo hago.

Viene directamente a abrazarme, en cuanto se agarra fuertemente a mi cuerpo, la escucho sollozar, era como un cachorrito buscando protección. Lo único que se me ocurre es corresponder el abrazo, y sobarle la cabeza, esperando que con este gesto dejara de llorar. Nunca he sido capaz de aguantar el ver lágrimas caer de una persona. Especialmente de la gente que amo.

Shhh…amor que pasa, Cris, mi niña te amo – Mi adorada comunicadora, cuanto la extrañe - te amo, deja de llorar por favor…

¿Por qué tuvo que hacer eso?… ella no tenia porque meterse, y me malogro la vida – que se desprenda de todas las cosas que entristezcan su corazón, no estés deprimida mi niña, no mereces estarlo. Quien sea que te lastimo tanto, no tiene perdón - como pudo Mía, ¿Cómo?

No lo se mi amor… dime ¿Qué paso?- Si quería ella que nos quedemos en ese mismo sitio por horas y horas, no habría problema de mi parte, sólo deseo verla sonriendo, toda picara, tan feliz… - ¿a quien te refieres?

*** ***

Después de calmarla, de probar de sus lagrimas, abrigarla con la chaqueta. Me lamente no traer conmigo algo caliente para que tomara, uhm… la quise llevar inmediatamente a mi departamento, pero en cuanto le mencione volver al edificio, se perturbo.

Bueno, entonces sentémonos en esa banca de ahí – Le señale unos asientos vacios, que por suerte unos arboles impedían que llegaran las gotas de lluvia – si seguimos aquí nos encontraran como dos cubos de hielo.

No me importaría morir congelada, ya me jodieron la existencia… y no se como salir del hoyo en el que estoy – Le cogí la mano y casi la lleve a la fuerza hacia ese lugar – esta bien…

Lee mis pensamientos,

Escúchame en la distancia.

No me dejes aquí destrozada,

Vuelve para apoyarte.

Cris, si es por lo de la tarde, lo lamento muchísimo, yo vine hoy temprano para arreglar todo contigo y… - La negación que hizo con su cabeza, me apaciguo las dudas – entonces, ¿Qué paso?

Me he enterado que muchas cosas que sucedieron, quien sabe nunca debieron pasar, me manejaron como marioneta y no me daba cuenta – Mi niña preciosa, todo se resolverá - confié en Mariana, cuando estuve mal, ella me apoyo; y hasta me sentía algo culpable por no confesarle la verdad… pero ella ya sabia que yo ame a mi amiga, ella intervino en mi historia. Malogro lo que pude tener con Claudia.

Relatos de Cristal: ReencuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora