Una lágrima entre la lluvia

15.

Capítulo 15.
"Siempre te seguiría eligiendo a ti"

Tan pronto y llegué a su casa, Savannah ya se encontraba esperándome afuera con un precioso vestido rojo cereza que no llevaba mangas, a decir verdad, era simple su atuendo pero podía asegurar que ella sabía lucirlo muy bien. Se veía realmente hermosa, llevaba el cabello suelto con un pequeño broche de perlas que recogía la parte inferior de él, y para complementar unas zapatillas en color plata.

Quedé asombrado.

Mi único atrevimiento fue pedirle que se tomará una foto conmigo, no quería olvidar este momento y por supuesto, que ella tampoco lo hiciera, este precioso instante tendría que existir en nuestras memorias, con ella no tenía la luna, el sol ni las estrellas, tenía muchísimo más que eso, el Universo entero.

— Debes sonreír ante la cámara. —Hizo una mueca de disgusto, noté que el mostrar tal gesto en ella le resultaba complicado.

— Ya no me acuerdo de las sonrisas.  —Dijo, y bajó la mirada hacia el suelo.

— Te diré algo que sé perfectamente que te hará sonreír. —Contesté seguro.

— ¿Qué?

— Te quiero. —Y en un segundo, contemplé la comisura de sus labios elevarse, se le habían formado esos hoyuelos tan peculiares de siempre, y entonces yo habría logrado tomar la foto.

Savannah tomó mi mano y acurrucó su cabeza junto a mi hombro.

Y yo logré sentir...

A veces hacía falta que simplemente lo que estaba roto, se volviera a unir.

No éramos dos jóvenes enamorados que estaban locos el uno por el otro...

Tampoco eramos aquellos que se jurarían amor eterno...

Simplemente eramos ella y yo...

Una perfecta combinación...

Ambos subimos al carro y mantuve mi vista completamente fija hacia mí destino, para mí era sumamente necesario que ella conociera ése lugar, que supiera lo que para nosotros significaría a partir de hoy.

Cuando finalmente estacioné el auto, le pedí que cerrará los ojos, quería hacer del momento algo muy especial, ella obedeció a mis órdenes y rápidamente yo tomé de su mano y juntos caminamos hacia el enorme lago.

— Quiero que me prometas algo. Si yo algún día no estuviese a tu lado... —Le dije con un hilo de voz, tragué saliva, cerré los ojos fuertemente y después intenté proseguir, pero ella interrumpió mis palabras.

— Nicholas, ni siquiera puedo imaginarme un mundo sin ti.

— Simplemente necesito que, recurras a este lugar cuando alguien sea malo contigo o tengas cualquier motivo que no te permita ser feliz, o sólo... sólo necesites hablar. —Hice una pausa— De esta única manera, podrás sentir mi presencia y créeme que esté donde esté,  estaré dispuesto a escucharte sin importar la circunstancias.

Y lentamente, Savannah abrió sus ojos, contemplé sus maravillosas pupilas y ese color que simplemente ninguna otra persona en el Universo podría igualar, hoy se le notaban distintos, con unas inmensas ganas de escribir mil nuevas historias junto a mi lado.

Ella no hizo nada más que mantener sus ojos en mí mientras esbozaba una corta sonrisa que a mí me hacía sentir tranquilo y seguro, se fue acercando poco a poco hasta que llego al punto de chocar sus labios contra los míos, duró muy poco el roce porque después me susurró al oído una pequeña oración que me hizo sentir que todo valía la pena. Presentí que por un momento, esa chica tan inigualable, especial y carismática podía escuchar mis pensamientos.