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Capítulo 16.
"En compañía de mi propia soledad"

Los días pasaron muy rápido, tanto que hasta se lograron convertir en meses, esa tarde, me encontraba reunido con Eizen y los demás en el terreno, sí que llevábamos un gran progreso puesto que en casi dos semanas habíamos logrado terminar el movimiento de tierras, y pese a que era un gran procedimiento, hicimos todo lo posible por reservar el depósito de tierra vegetal para rellenar los hoyos y zanjas de plantación.

Se notaba inmediatamente que todos estábamos exhaustos, cansados, hartos y con ganas de ya no proseguir. Pero me di cuenta de que las personas con las que me había rodeado eran buenos amigos, no me había podido haber topado con personas que se interesarán tanto en algo para mi propio beneficio que en el suyo. Estaba agradecido y sabía que Atlanta no era mi casa sino mi hogar, a dónde yo pertenecía.

Procedimos a la instalación de los equipamientos del jardín, lo que incluía algunos pavimentos, cascadas, cursos de agua, vallas, fuentes, arcos, etc. Pero antes de organizar todo eso en conjunto, tomamos la precaución de dejar tubos por debajo de los caminos para que pudieran pasar por ellos las tuberías de riego y de electricidad.

Cada vez que notaba lo cerca que estábamos para finalizar el proyecto, me sentía conmovido, emocionado y apasionado pero a la vez me preguntaba si valdría la pena todo el gran esfuerzo y empeño que estábamos poniendo para sacar esto adelante.

— No puedo creer que hemos logrado todo esto, mira nada más. —Dijo explícito Eizen.

— Tampoco yo. —Sonreí y mire a mi alrededor.

— Si seguimos así, en la noche podríamos terminar de poner el alumbrado y el drenaje, así que por consiguiente, sólo restarían las cosas más básicas.

— ¿Te refieres al riego, siembra del césped, plantación de semillas y después incluir los elementos decorativos? —Hice una mueca de disgusto.

— Vamos, no es tanto como parece. —Respondió Eizen intentando animarme.

— Sé que estamos cerca y tal vez solo estoy un poco inseguro, nervioso...

— ¿Y me puedes decir, cuál es la razón de esa inseguridad?

— Es que, siempre que pienso en ella, siento que merece más...

— Nicholas, tú nunca lo vas a entender. Siéntete afortunado, ella te está eligiendo a ti, por encima de cualquier otra persona. Savannah siempre te elegiría a ti, entiéndelo.

Me quede corto de palabras. Eizen sabía que era el único que podía darme la seguridad que yo necesitaba.

Por otra parte, valoraba muchísimo el poco lado cursi que Savannah me brindaba sólo a mí, si bien era cierto, yo sabía que era más fría que el hielo y sin embargo, ella me había dado la oportunidad de mostrarme sus sentimientos por primera vez.

Claramente, desde el momento en el que la había conocido, me había enamorado de lo que era, sin máscaras, sin disfraces, sin mentiras, porque yo estaba consciente de que no sería fácil, nadie dijo que lo fuera. Y a mí pareció  importarme en lo absoluto, porque tenía en mente mi objetivo y hasta donde quería llegar.

El resto del día nos dedicamos a poner unos faroles solares para que adornaran y fueran un complemento del jardín, incluyendo la fuente eléctrica que nos faltaba instalar en el centro del jardín. Luego continuamos en instalar los tubos de drenaje para que no se pudrieran las plantas y el césped. Todos estábamos muy concentrados en nuestras tareas cuando me percaté de la hora. Ya faltaba muy poco para que oscureciera, así que les dije que lo conveniente sería que ellos se retirarán para yo terminar lo que faltaba.

Una lágrima entre la lluviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora