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Capítulo 17.
"Por amor"

Desperté por los pequeños rayos de luz que iluminaban mi rostro, fruncí el ceño y abrí los ojos lentamente.

No pude haberme quedado dormido toda la noche.

Traté de reincorporarme y lo primero que vi fueron unos tacones negros que daban hacia mi dirección. Se trataba de mi madre.

¿En qué estabas pensando Nicholas? —Se veía realmente molesta.

Lo siento, no me he percatado del tiempo. Estaba tan cansado que caí rendido aquí.

— ¿Qué es este lugar? —Habló mi padre que recorría lentamente el jardín, admirando las cosas que en una sola noche su hijo había sido capaz de hacer, en su caso él no se encontraba tan enfadado. Parecía ser comprensivo.

Eso ahora no importa. —Hizo una leve pausa mi madre— Dime Nicholas... ¿Has estado consumiendo drogas?

— ¿Qué? —Contesté sorprendido. ¿Cómo era posible que mi madre esperará eso de mí?— ¡No! —Negué rápidamente— ¿Cómo puedes creer que consuma drogas o algo así?

Sólo estoy preocupada por ti. Últimamente te he notado distante, diferente, y pareciera ser que tus notas no te preocupan tanto como antes...

Era cierto, desde que había llegado a Atlanta me había propuesto miles de metas que creía haber estado cumpliendo con seguridad, pero no siempre tenía que radicar en el colegio, antes le dedicaba la mayor parte de mi tiempo a los estudios y me centraba en aprobar la materia, pero ahora no me cabía la menor duda que yo no quería una vida así.

Hacia lo posible por cumplir con lo que los profesores me pedían, me esforzaba tanto que incluso sentía que nadie lo notaba, sabía que el colegio era importante, lo admitía, pero tampoco era algo que me preocupará lo suficiente como para detener mi mundo y que sólo viviera para eso.

Definitivamente no era lo que yo quería ser. ¿Por qué... simplemente las personas no lo entendían? Miré a mi padre, quién me estaba mirando fijamente a mí, me entraron ganas de llorar. Sabía que una vez más, lo había decepcionado.

No quiero privarme de vivir experiencias que en San Diego no pude llegar a realizar. —Fueron las únicas palabras tan absurdas que lograron salir de mi boca.

Entendemos eso, pero tú también debes entender que nosotros estamos preocupados por ti, estuvimos esperándote toda la noche a que llegarás, llamamos a tu celular más de una vez, estuvimos deambulando por todas las avenidas y apenas hoy damos con tu paradero. Por poco te reportamos por desaparecido con las autoridades. —Menciono mi madre, y a su vez mi padre asintió.

Lo lamento.

Yo también. —Dijo mi padre y rápidamente di a parar con sus ojos tristes, sabía que no mentía.

Aún no nos has dicho porque te quedaste tirado en este lugar. —Dijo mi madre.

No es solamente un lugar, es... esto es todo para mí. —Afirmé— Toda la noche me la pase trabajando para que luciera bien, trabaje duro por primera vez, sentí lo que en verdad significaba trabajar para obtener lo que quieres.

— ¿Tú has construido todo esto sólo? —Preguntó mi padre sorprendido.

Sí, bueno... También con la ayuda de Eizen y otros chicos, pero ayer me propuse a terminarlo y al parecer así fue. Construí un jardín botánico.

— ¿Y esto que clase de beneficio te trae? —Seguía el interrogatorio de mi madre, me preguntaba cuándo iba a parar.

A mi ninguno, en lo absoluto. Pero sé que una persona lo valorará y significará el mundo entero. Y más si es alguien que lo ha hecho por amor, yo la amo. —Afirmé.

Nunca nos habías hablado sobre esto. —Mi madre abrió los ojos como platos y entornó una mirada asombrada, todo comenzaba a tener sentido para ella ahora.

Nunca se había presentado la oportunidad para hacerlo.

— ¿De verdad la quieres tanto? —Continuó mi padre, sin dejar de posar la mirada en mí.

No solamente la quiero, creo que eso no se acerca a todas las emociones que cada vez pasan por mi corazón cuando la gente hace mención de su nombre, ni siquiera cuando intento no hacerlo, ella simplemente está constantemente en mis pensamientos, Savannah siempre va a marcar algo muy importante en mí, en mi vida. Savannah siempre me va a recordar el hecho de como descubrí lo que era amar, con todo tu ser, entregar todo y hacer lo posible por lograr que no sólo sean tiempos efímeros, que vayan en busca de más experiencias y oportunidades para valorar cada insignificante segundo que estés en su presencia.

Nicholas, tus ojos. —Hizo mención mi madre a ver mis verdes pupilas dilatarse, que cada vez se empezaban a hinchar más y más, me esforzaba por tratar de contener las lágrimas que estaban a punto de salir, pero no podía, sabía que había llegado a un punto en mi vida en el que simplemente estaba liberando todo lo que tenía dentro de mí, mis padres rápidamente cayeron en la cuenta de que eran sentimientos sinceros, sentimientos reales.

Quizá fue un acto completamente irresponsable, insensato, loco, inconsciente y desesperado de mi parte, pero les juro que nunca fue mi intención decepcionarlos. —Sentía las lágrimas escurrir por todas mis mejillas, nunca había llorado de una forma tan profunda— Y sé que también te causa vergüenza ver a tu hijo llorar, —Esta vez, estaba mirando fijamente a mi padre, quién ahora, no sabía hacia qué rumbo clavar su vista— Pero es lo que siento ahora y no pienso esconderme como un cobarde para que mis propios padres no me vean llorar.

No lo podía creer, simplemente no podía asimilar lo que estaba sucediendo, en cuestión de segundos ya había hecho un mar de lágrimas, me estaba enfrentando a mis padres, les estaba mostrando todo lo que había escondido durante años, todos los recuerdos de tristeza reprimidos, todo lo que nunca había sido capaz de decir.

Espero que algún día me perdonen, perdonen mis reverendas estupideces y las maneras en como he tratado de sobrellevar las cosas, pero ustedes, por su parte, también deberían entender que soy un humano y cometo errores a menudo, que nunca podré ser el hijo perfecto que ambos merecen, pero al menos me esforzaré para que tengan un buen concepto de mí. Haré que verdaderamente se sientan satisfechos con mis notas en el colegio.

No tienes que intentarlo, porque para nosotros ya eres nuestro hijo perfecto. Rápidamente, en cuestión de unos microsegundos, mi madre ya se encontraba al borde de las lágrimas, me sostenía entre sus brazos y entre pequeños susurros me decía que me quería y que se sentía más que satisfecha de tener un hijo como yo, era agradable escuchar esas palabras en un momento verdaderamente triste.

Nunca podría sentirme avergonzado de tener un hijo tan obstinado y dispuesto a lograr cada cosa que se propone. Nunca Nicholas, escúchame bien, eso jamás sucederá.

Sin duda alguna, Savannah debe de sentirse una chica muy afortunada al tener a alguien que haga esto por amor. —Completó mi madre mientras de su bolso, sacaba un pañuelo para sonarse la mucosidad que había generado debido al recóndito llanto.

Los quiero. —Dije y sentí que había sido la mejor manera de pronunciar esas palabras en aquel instante, era claro que mi tiempo poco a poco iba desvaneciéndose, iba saliéndose de mis manos, iba... simplemente a pasar, yo pronto me iría.

Una lágrima entre la lluviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora