13.

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Capítulo 13.
"Un poco de luz"

Eizen estacionó el auto.

— ¿Sabes Carrington? —Habló, pero curiosamente no sonaba como un cuestionamiento.

— ¿Sabré qué Ó Connor?

— Si hubieras estado algo atento, te habrías dado cuenta de que nunca pensé en dirigirme a tu casa, ni siquiera te lo pregunté, simplemente seguí mis instintos...

No alcanzaba a distinguir en dónde nos encontrábamos porque se habría obscurecido bastante rápido y además aquellas calles estaban en penumbras, parecía un lugar muy lúgubre y era algo deprimente de contemplar, se podía sentir en el ambiente que no se asomaba ni una pequeña pizca de felicidad por el vecindario.

Entonces comprendí...

Abrí la puerta del auto y  visualicé la triste pero muy reconocible casa de Savannah King a escasos metros de mí.

— Sentí la necesidad de traerte aquí, sé perfectamente que lo necesitas. Ella te necesita. —Sin más preámbulos, encendió el motor y se fue, sin permitirme si quiera contestar.

— Ella me necesita. —Me repetí a mí mismo, contemplando aquel lugar tan solitario.

Caminé los escasos metros desde donde me había dejado Eizen hace unos segundos y me apresuré para tocar el timbre de su casa. Noté que se había encendido una luz de un diminuto dormitorio que tal vez podría tratarse de su recámara... sonreí, al fin un poco de luz que iluminará mi alma.

"No sé tú, pero yo miraría por mi ventana ahora mismo."

Escribí el mensaje y sin pensarlo, presioné la opción de "enviar". No demoró ni siquiera un minuto cuando finalmente ella ya se encontraba afuera, mirándome atentamente con una hermosa sonrisa puesta en su rostro y yo me preguntaba...

¿Acaso alguna vez alguien le habría mencionado antes qué tal gesto era lo más perfecto del Universo?

— Hoy estuve pensando mucho en ti. —La miré por un pequeño instante, se veía menos triste.

— Cada vez que cae la noche me pregunto si al cerrar tus ojos piensas en mí...

— Cada noche, miro hacia el cielo y  puedo sentir que tú estás cerca.

— Nicholas. —Me abrazó, de un de repente. Fue un gesto sorpresivo pero verdaderamente hermoso— Necesito asegurarme de que jamás me dejarás... Necesito creer que por una sola vez en toda mi vida, alguien permanecerá.

— Savannah, para mi permanecer va más allá de estar; yo quiero formar parte de ti. Y han sido innumerables las veces que he intentado demostrarlo y créeme que pesé a cualquier situación o condición seguiré contigo pero también entenderé que si tu felicidad no se encuentra conmigo, lo trataré de asimilar, porque tú alegría siempre será mi alegría —Contesté  abatido.

Esas palabras habían salido desde lo más profundo de mi ser y probablemente habían sido las palabras más significativas que alguna vez haya dicho. Y quizá también sería la única vez que permitiría que alguien me conociera de esa manera.

Cuando pensaba en Savannah al principio todo era más que oscuridad pero mientras la observaba hoy, podía comprender que ella era mi luz y mi único tónico.

Una lágrima entre la lluviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora