VIII. Una Boda.

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El 29 de abril del 2016 se dio el festejo de la boda de mi mamá. 10 años juntos con mi padrastro, la pareja perfecta eran en verdad. Estuvimos todo el día preparándonos. Los vestidos, el maquillaje, los peinados. Mis hermanitas estaban vestidas igual, mi hermano tenía un traje azul con bordó y yo un vestido blanco con muchos detalles. Pero de más está decir que la mas bella de la noche fue mi mamá, fue la noche más feliz de su vida.
Íbamos en auto. Yo entraba atrás de la novia con un ramo, esa era mi tarea. Me calcé los tacones y terminaron de retocar mi peinado. Para mí gusto, me veía horrible pero todos insistían en lo contrario. Mi mamá estaba super nerviosa y aún más porque mi hermana le había roto el teléfono. Estábamos retrasados para llegar a la Iglesia y finalmente se logró. Entramos como pudimos en dirección al altar al ritmo de Hallelujah. Mi mamá contrajo su rostro en disgusto, ella había pedido la marcha nupcial y mi hermano había perdido el cd.
La ceremonía pasó rapidísimo, ahí se venía la parte divertida. La fiesta.
En la puerta me encontré con Moon, Dahlia y Leia. Todas estaban preciosas y los tacos de Moon lucían increíbles. La que más me impactó fue Dahlia.
Dahlia nunca se arreglaba, para ninguna ocasión. Pero esta vez había planchado su cabello y se había hecho una trenza al costado que le quedaba preciosa. Claramente la había maquillado la hermana, tenía los labios rojos y unas pestañas arqueadísimas. Decidimos ir a pie hacia el salón, quedaba a tan solo veinte cuadras. Moon ya empezaba a lloriquear y sufrir por sus pies.
Una vez llegamos al salón, que estaba divido en livings, tomamos unos asientos y Moon se sacó los zapatos y puso los pies en alto. Todas nos reíamos por ello excepto ella. Con Dahlia no charlamos mucho aquella noche.
La hora de la comida fue la más divertida, por supuesto. Aunque me quedé con la sensación de no haber comido nada. Entonces llegó la tanda de baile y la saqué a Dahlia a bailar. Todos nos miraban, me sentía juzgada y avergonzada. Primero porque Dahlia daba todos pasos en falso y segundo porque me sentía muy incómoda al bailar con ella con tanta gente. Me excusé diciendo que iría al baño y me encontré con mis papás que me presentaron a Hernán, un compañero de trabajo. Era increíblemente guapo. Muy mi tipo de chico. Me sacó a bailar y me sentí muy culpable porque Dahlia estaba mirándonos, y él me rozaba y me encantaba bailar con él.

"- te gusta llevar el mando." recuerdo que dijo.

Sí, Hernán. Amo llevar el mando.
La noche trascurría y la fiesta no paraba. Todos estaban emborrachados bailando al ritmo de canciones super populares en la fiesta. A la hora de arrojar el ramo, Leia lo atrapó. Tiempo después empezó a salir con su novio actual. Yo saqué la llave más grande a la hora de tirar de la cinta, significaba que iba a encontrar el amor.
El final de fiesta fue acompañado de pizzas y cervezas, cerraron haciendo un pogo de Jijiji de los Redonditos de Ricota y Leia se cayó dos veces ahí.
Moon, Dahlia y yo no dábamos más del sueño y del aburrimiento y, para nuestra suerte, nos liberaron.
Aquella noche inventé cualquier excusa para tratar de dormir con Dahlia, hasta dije que dormir con Moon era muy incómodo. No sabía lo que me ocurría, pero algo andaba mal.

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