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Si los colores fueran estados de ánimo, los días de YoonGi eran grises, o casi negros.

Había estado esperando la respuesta del doctor para saber si Jimin aceptaba esa donación... Pero cuando llegó la respuesta, fue totalmente negativa.

Se encontraba en la ciudad caminando sin rumbo alguno.

Esperaba encontrarse con algún rostro conocido. Pero no había nadie.

Caminaba pensando de que manera ayudar a su pequeño. No quería perderlo... Pero no habían muchas maneras de ayudarlo.

- Hola -saludó una pequeña niña en el parque- soy Jennie.

- Hola pequeña -sonrió tierno para darle confianza a la pequeña desconocida- yo soy YoonGi.

- Jennie! -gritó una chica mayor que corría hacia ellos- te he dicho que no debes hablar con extraños.

- No es un extraño -se quejó la pequeña con un puchero- se llama YoonGi.

La chica bufó molesta. A Jennie le gustaba hablar con toda la gente que se le cruzaba.

- No puedes estar hablando con todos.

- Tranquila -interfirió YoonGi- no le haré daño.

- Lo sé -respondió ella sonriendo- suele hablar con todos, a veces eso es un problema. Pero para ti no ¿verdad?

- Claro que no.

Un silencio se instaló entre los tres.

- No eres de la ciudad ¿me equivoco?

- Pues no.

Sonrieron un poco observando a la pequeña, quien estaba muy confundida observando a sus mayores.

- ¿Te gustaría ir a tomar algo? -ofreció la chica-.

- Claro.

- Por cierto, soy Lihyun.

- Bueno, ya sabes mi nombre... Soy YoonGi.

Era el inicio de una amistad... Pero ¿que rondaba por la cabeza de YoonGi?

¿Será compatible con Jimin?

.

.

.

.

Él sólo piensa en su pequeño Jiminnie sksksks

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Fibrosis [Yoonmin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora