Me sentía fatal, aparte de que al pasarse los efectos del alcohol me había dado un terrible dolor de cabeza, no había podido dormir prácticamente nada en toda la noche pensando en Tom, ni si quiera tengo su número para poder llamarlo y disculparme...bueno yo no, pero seguro que alguno de los chicos si, así que llamé a Matt.
-Buenos días dormilón.- le saludé divertida al escucharlo bostear.-
-Cómo puedes estar despierta a las diez y media de la mañana después de una fiesta?.-
-Digamos que no he pasado muy buena noche.- suspiré afligida.-
-Has tenido algún problema con Mike?.-
-No, con Mike está todo perfecto, son otras cosas, algo complicado.- quería contarle todo, pero no por teléfono.-
-Bueno, y me habrás llamado por algo no? querida madrugadora.- dijo divertido.-
-Quería saber si tú tienes el número de Tom.- solté lo más rápido que pude.-
-El número de Tom? para qué quieres el número de Tom?.- preguntó entre curioso y divertido.-
-No seas idiota! anoche la cagué y tengo que solucionarlo.-
-Ya me contarás, y si lo tengo, apunta.- cogí mi móvil y lo apunté.-
-Muchas gracias cielito mio.- dije divertida a lo que el rió.-
-De nada mi amorcito, voy a seguir durmiendo.-
-Adiós dormilón.-
-Un beso tonta.-
Miré el número en la pantalla de mi móvil y la tecla de llamada, la verdad estaba bastante nerviosa, así que decidí ducharme y desayunar para hacer algo de tiempo, la verdad es que era bastante temprano todavía teniendo en cuenta la fiesta de ayer.
Me quité el pijama y me metí debajo del chorro de agua tibia que me relajó al instante, estuve como unos veinte minutos, hasta que cerré el grifo y cuando me iba a dar la vuelta para salir una toalla saliendo de la nada cubrió mi cuerpo por detrás y cuando iba a pegar un grito una mano tapo mi boca.
-Shh tranquila soy yo.- esa voz, Tom, mi cuerpo se tensó aún más.-
-Pero que coño haces aquí!.- le susurré para que no me oyesen mis padres mientras le tiraba la esponja a la cabeza.- y por dónde has entrado?.- salí del baño y él señaló la ventana abierta.-
-Quería hablar contigo.- dijo con indiferencia mientras recorría mi habitación con la mirada.-
-Yo también, de hecho hace un rato he llamado a Matt para que me diese tú número.- dije sincera.-
-Y cuándo pensabas llamarme?.- dijo con esa media sonrisa que me volvía rematada y estúpidamente loca.-
-Cuando saliese de la ducha y desayunase.- dije dandome la vuelta nerviosa para respirar, hasta que sentí el calor de sus manos sobre mis hombros desnudos.-
-Si quieres podemos ir a desayunar juntos.- susurró en mi oido y yo asentí rápidamente, porque si intentaba hablar, creo que no hubiese salido ningún sonido de mi boca.-
-Tengo que vestirme.-
-Y?.- dijo indiferente.-
-Que te vayas.-
-No me molesta que te vistas delante de mi.- dijo con su sonrisa arrogante mientras yo suspiraba desesperada y lo fulminaba con la mirada.- vale vale, te espero fuera.- y con las mismas salió por mi ventana.-
Me puso unos pantalones vaqueros pitillo (pata estrecha) muy ajustados, como todos mis pantalones vaqueros, un jersey gris ancho tipo poncho que se ajustaba en las mangas, unas botas marrones y en el cuello una bufanda marrón con estampado de leopardo, junto con mi bolso marrón a juego, me hice una coleta alta, me maquillé suavemente y bajé a decirles a mis padres que me iba a desayunar por ahí.
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Por primera vez.
Teen FictionCamila, 17 años, alegre, extrovertida, dinámica, inocente pero rebelde, se verá enredada por primera vez en situaciones que nunca habría imaginado.