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1 semana después.

26 de agosto del 2017

—Lo siento —fue lo primero que dijo y también lo primero que ignoré, no quería mirarlo, sabía que no tenía una buena razón ya que no nos conocíamos, pero me dolía y no podía, tan solo esperaba que comprendiera y se fuera.

—Elainey —pero él no parecía pensar lo mismo, más yo seguía ignorándolo intentando concentrarme en mi libro.

—¿Elainey? —no alcanzaba a verlo tampoco, lo que era una muy buena excusa para ignorar su llamado.

—Elainey —su voz había sonado esta vez más fuerte, sin contar que al mismo tiempo que decía mi nombre bajó el libro que yo sostenía tapando mi cara, de manera que este quedó acostado y ahora si podía ver su cara.

Su mirada fue lo primero que noté, parecía arrepentimiento puro, pero no sabía que creer, lo segundo que pude notar fue el morado que tenía en su mandíbula ¿habría tenido una pelea?

—Elainey —pff evidentemente me había descubierto, sería muy inútil seguir evitando su presencia.

—¿Qué? —pregunté y a pesar de todo me impresionó la manera tan seca en la que había salido, parecía que lo odiara, cuando estaba claro que sería algo imposible.

—Lamento haber faltado a nuestra cita.

Un momento.

¿Acabó de decir lo que creo que dijo?

¿O me había vuelto completamente loca?

¿Era acaso posible que hubiera dicho...?

—¿Cita?

Entonces abrió los ojos asombrado dándose cuenta de sus palabras, aparentemente no era la única a quién le habían tomado desprevenida.

—Lo siento, yo, es decir ¿estaría mal? —suspiró frustrado jalando su cabello mientras yo ocultaba una sonrisa o por lo menos lo intenté, estaba nervioso —. Está bien, si iba a ser una cita —lanzó una mirada preocupada — ¿está mal?

No sabía qué le había pasado y por qué cambiaba tanto su forma de ser, a veces cerrado y otras veces justo como ahora nervioso y hasta algo torpe, solo por ese gesto tarde en contestar, su forma de ser al estar nervioso me había distraído, pero yo aún quería respuestas.

—¿Por qué faltaste? —cruce mis brazos sobre mi pecho, pero él solo se removió y tomó asiento a mi lado con la mirada perdida.

3 minutos había contado en mi mente y aún nada.

—No puedo decirte.

Y yo no puedo estar aquí —pensé.

¿Debería seguir persiguiendo algo inexistente? quizá no debería.

Me levanté dispuesta a irme, pero antes de dar un paso él hizo lo mismo y tomó mi brazo.

—No te vayas —dijo, no lo miraba, no quería.

—Elainey, no te vayas —repitió con voz firme —, por favor —pidió, pero en verdad no quería estar junto a él, no lo odiaba, pero no me gustaba que me mintieran.

Antes de darme cuenta tomó mi mentón con su mano libre y alzó mi rostro para que lo mirara, pude sentir el calor en mi rostro subir cuando sus ojos conectaron con los míos, yo estaba nerviosa, eso estaba claro, pero ¿él? él ocultaba sus palabras hasta en su mirada.

No tenía derecho a pedir explicaciones, pero ¿cómo podía seguir buscando a alguien que ni si quiera podía hablar conmigo?

—Hay cosas que otras personas no deben saber, pero no falté a propósito —explicó despacio y esperó por una respuesta que yo todavía no tenia, entonces suspiró —, necesito que me creas cuando digo que no puedo decirte ¿podrías intentarlo? ¿confías en mí?

¿Confiaba en él? apenas lo conocía, confiar, es otra cosa.

No respondí su pregunta y su otra mano hizo un amago de tocar mi rostro, pero se arrepintió, soltó mi rostro y empezó a caminar hacia atrás con aire decepcionado y yo, por más que intenté no pude evitar que eso me entristeciera.

¿Confiaba en él? No, pero le daría el beneficio de la duda.

Espero que no lo arruines Jesse.

—Trataré —dije finalmente y fue cuando se detuvo y me miró.

—¿Qué?

—Trataré de confiar en ti.

Después de eso solo sonrió, simple y rápido, una sonrisa de labios cerrados que seguro yo no podría olvidar.

—¿Significa eso que me perdonas? —preguntó acercándose a mí de nuevo.

—No... lo sé —y era verdad, no lo sabía, no sabía que significaba.

—¿Pero lo intentarás?

—Podría pensarlo.

—Se dónde podrías pensarlo.

—¿Dónd...?

—Sal conmigo —me interrumpió y me sorprendió, pero no le iba dar el gusto de saber cuánto me moría por dentro con sus palabras.

—¿Eso cómo me ayudaría? —respondí lo más serena que pude.

—Probablemente no te ayudaría, pero podría reponer mi error.

Hizo una pausa.

—Quizá hasta podrías llegar a confiar en mi ¿qué dices?

—Si no llegas yo...—no me dejó terminar y puso su dedo en mi boca callándome y dejándome completamente inmóvil por su toque en mis labios.

—Voy a llegar, lo prometo, no faltaré.

A falta de palabras asentí con mi cabeza en respuesta y él me respondió con una pequeña sonrisa que fue remplazada en segundos con un rostro preocupado al decir:

—Me tengo que ir —todo iba muy bien para ser tan perfecto —, oye no pongas esa cara —dijo en cuanto vio mi expresión de disgusto—, me tengo que ir porque... la verdad es que no puedo salir cada vez que yo quiera, no soy del tipo libre —y sí, le creí, su mirada me decía que no mentía, que era sincero, así que no dije nada.

—Nos vemos mañana —y se fue, no sin antes guiñarme un ojo.

¿Tenía una cita?

Iba a tener mi primera cita y en definitiva no estaba preparada para eso, no estaba preparada para nada que viniera con él.

* * *

Gracias por leer.

Para los que no saben el nombre de Elainey se pronuncia "Elein" y Jesse es "Yesi" o "Llesi"

Si tan solo te conocieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora