Era su 4 semana en exposición, ahora en nuevo bar/café en el que se hacían bailes y se alquilaban servicios.
Era un calle muy sombría en un barrio poco frecuentado por magos y brujas corrientes.
Solía haber sido zona de magos tenebrosos.
Hermione casi estaba agradecida con ese lugar. Como no solía ir mucha gente no tenía que aguantar las miles de miradas pervertidas que soportaba cuando estaba en la parte más central del callejón Diagón.
Eso sí, el trato era denigrante. Había un par de muchachas en la vidriera del escaparate, atadas a unos postes por las muñecas, otras sentadas en una especie de tarima atadas en circulo. Y después repartidas por la estancia habían celdas diminutas para solo una persona, en este caso 10 chicas. Hermione estaba en ropa interior en la celda frente a la barra del bar.
Ese día llevaba ya 3 días sin comer, se negaba a probar bocado de las sobras que dejaban los energúmedos que visitaban el bar.
Se sentía desfallecer y lo peor de todo es que tenía que mantenerse en pie ya que sus muñecas estaban atadas en la parte de arriba de la jaula.
Esa noche el bar estaba más lleno de lo normal, la música sonaba muy alta por todos los rincones y algunas chicas deseperadas de estar encerradas en tan pequeño espacio bailaban para llamar la atención de algún hombre. Así, o bien serían compradas o, las llevarían a alguna habitación para hecharles un polvo.
Hermione miraba al suelo, no quería ver como se rendían aquellas pobres débiles, no quería ver como la y las contemplaban los ancianos, no quería ver quien era la persona que le tocaba el culo al pasar. No quería ver ni saber nada.
Sonó otra vez la campanita.
Genial nuevo cliente. Pensó.
Por una sola vez en todas las semanas que llevaba así, decidió levantar la vista para ver quien era el viejo verde que entraba. Se sorprendío.
Draco Malfoy, elegante como siempre con unos pantalones negros ajustados y una camisa blanca entró en el lugar.
Su cara era de puro asco, seguramente, como muchos otros, estaba harto de entrar a tomar una copa a algún sitio y encontrarse con lo que parecía un salón de putas.
Avanzó sin mirar a ninguna parte salvo hacia el camarero hasta llegar a la barra. Se sentó y pidió una cerveza de mantequilla, la necesitaba.
Muchas chicas de la tarima le silbaban para que se fijara en ellas, y quizá se llevará a alguna. Pero él no demostraba ni el más mínimo interés.
En un intento de dejar de oir y ver a las incompetentes de la tarima volteó su taburete hacia el otro lado de la barra.
Se encontró de lleno con unos ojos vidriosos color marrón que le miraban suplicantemente.
Quiso ignorar esa mirada, como hacia normalmente con todas. Pero al ver el rostro entero de la chica que parecía estar irguiendose no pudo.
Era Hermione Granger. No llevaba más que un tanga negro y una banda también negra.
Estaba delgada, llena de moratones en los brazos y con heridas en las muñecas causadas por las cuerdas que la amarraban.
Casi sin pensarlo y abriendose paso lentamente entre toda la gente que bailaba en el bar, Draco llegó hasta donde ella estaba. Deteniendose justo en frente de la celda. A pocos centímentros de su rostro.
Ella seguía mirándole suplicante y sacando fuerzas de a saber donde consiguió susurrar:
- Draco... Salvame por favor, te necesito...
Cap 2 💗
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Te necesito, Malfoy [Dramione]
FanfictionHay una nueva ley en el mundo magico, una ley proclamada por el nuevo y odiado gobernante, Shaw. Las jovenes que hayan cumplido los 18 serán vendidas en distintos puestos, ya sean escuelas, tabernas, el mismo ministerio... Cada mago podrá adquirir...