IX

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La joven princesa solía despertar antes de que saliera el sol para poder entrenar tranquila con su mejor amiga sin nadie alrededor que pudiera interrumpirlas, sobre todo cuando sus luchas llegaban al extremo de herirse de gravedad. Sin embargo, su reloj biológico no fue lo que despertó a la rubia, sino sentir algo presionarse contra sus labios, algo que de inmediato identificó aun un poco soñolienta antes de devolverle beso.

— Podría acostumbrarme a esto— comentó Lynae logrando hacer reír al pelinegro colocando su mano en su mejilla para poder intensificar el beso.

Apenas había rozado su lengua con la suya cuando el toque en la puerta los hizo detenerse de golpe antes de reírse.

— ¿Quién está molestando tan temprano? —se quejó la princesa dándole un último beso a Loki para poder pararse de la cama e ir a ver quién los había interrumpido.

Notando que estaba casi desnuda, la rubia tomó una bata para poder cubrirse para solo entonces abrir la puerta algo molesta, preguntándose quien podría estar tan temprano en su puerta llamando. Aunque sus dudas fueron de inmediatas saldadas al abrirla y sonreírle a su amiga, quien se encontraba vestida con su armadura.

— ¿Aun seguías durmiendo? —preguntó Sif al verla claramente desarreglada y aun con su ropa de dormir.

— ¿Cuánto tiempo tienes esperándome en el campo de entrenamiento? —le cuestionó con una sonrisa inocente, ganándose que la pelinegra le mirara con claro reclamo—. Me quedé dormida después del día de ayer... regresé algo tarde después de prestar mis servicios como curandera...— se excusó para intentar bajar el enojo de su mejor amiga.

— Debí imaginarlo— solo le respondió resoplando—. Solo te esperé por veinte minutos, sabes cuanto odio que me hagan esperar... y sueles llegar antes que yo...— le respondió su pregunta anterior haciendo reír a la rubia.

— Vamos pasa, estaré lista en unos minutos...—le pidió antes de abrirle la puerta y la joven guerrera casi gritar en cuanto vio al príncipe acostado muy cómodo en la cama de Lynae—. No te preocupes por ella, está al tanto de todo...

— Lo sé— la interrumpió Loki con una clara expresión de diversión en su cara, mientras tomaba su camisa arrugada de la cama para poder ponérsela—. Buenos días Lady Sif...

— ¡¿Qué demonios Lynn?! —le reclamó la pelinegra ignorando al dios del engaño por completo—. ¿Qué hace aquí?

— Duermo aquí— respondió el pelinegro por su hermana logrando hacerla reír, sin que su amiga aún se calmara.

— Ya te lo dijo, está durmiendo aquí, conmigo— repitió caminando hacia su closet sin que Sif dejara de seguirla, esperando encontrar algo de privacidad en aquel espacio.

— Nunca he entendido tu enamoramiento o fascinación por tu hermano, pero esto está yendo demasiado lejos— le reclamó Sif con dureza—. Si alguien los descubre...

— Loki es experto en ilusiones y engaños, puede salir y entrar de aquí sin que nadie lo note— se limitó a justificarse mientras comenzaba a cambiarse.

— Están arriesgándose demasiado por esa extraña relación...— exclamó negando sin poder refutar aquel comentario—. Si llaman la atención...

— Deja de preocuparte tanto Sif— la interrumpió la rubia sin dudarlo—. He estado haciéndome esas mismas preguntas por décadas, siglos de hecho, no voy a detenerme ahora que...

— Aun no deja de ser arriesgado— se limitó a decirle la pelinegra al saber de la obsesión de su amiga a la perfección—. ¿De quien fue la grandiosa idea de que durmiera aquí?

SINNERS |Loki Laufeyson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora